¿Traumas?

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-¡Quiero pollo!.- gritó Jungkook desesperado.

Al parecer su pedido se habia retrasado, prácticamente el repartido no encontraba la casa de la dirección.
No es que esta estuviese incorrecta, porque también habian preguntado a la Señora Park para corroborar, si no más bien por la zona en donde se encontraban.

"El barrio de riquillos", habia dicho Jungkook en broma hace un rato.

-¿Llamarás al repartidor? Tal vez podriamos encontrarlo cerca.- ofreció Jin mientras se acomodaba en el acolchonado suelo, estaba amando la textura del piso y lo cómodo que este era.

-Dijo que está afuera.- contestó confundido, mirando hacia la ventana por inercia y luego sintiendose estúpido cuando vió por la ventana equivocada.

-Iré a ver.- dijo Jimin, poniendose de pié y recolectando el dinero por si las dudas.

-Voy contigo.- Yoongi estaba muy protector aquel dia, más bien... su lobo estaba muy protector.

En toda la tarde Yoongi se habia mantenido muy apegado a Jimin, como si algo malo fuese a sucederle a este y él debia impedirlo o ayudarle.

Cuando los 2 salieron de la habitación, LeeHi también salía del estudio contiguo.

-Oh, hola chicos.- saludó una vez mas.

Ahora llevaba una playera blanca y unos olgados pantalones negros con sus respectivas zapatillas de casa.

-Hola LeeHi, ¿quieres acompañarnos a la puerta? Vámos a recoger la comida que Nam ordenó.

-¡Claro! ¿Qué pidieron?- preguntó curiosa, intentando mantener una conversación interesante en el camino de escaleras abajo.

-Pollo frito y cerveza.- respondió Yoongi.

Cuando llegaron a la planta baja, el timbre resonó por la casa.
El repartidor si estaba afuera.

Jimin miró por la cámara de afuera, riendo inconcientemente al recordar la curiosa escena de ya hace un tiempo.

-¿Pasa algo, mochi?- A Yoongi le habia gustado el apodo que la pequeña Olivia  usaba para referirse a Jimin, por lo que ahora él también planeaba usarlo de ahora en adelante.

Jimin sonrió en grande, dandole acceso al repartidor para que pudiese avanzar hasta el jardín frontal.

-Se me viene a la mente que así fue cómo te conocí. ¿Recuerdas? Tardaste años en darme mis hamburguesas.- confesó burlón, recordando perfectamente el tiempo exacto que Yoongi se le habia quedado viendo como embobado. 7 minutos.

-Lo recuerdo, pero a mi defensa tu aroma era muy adictivo.

Los 3 rieron mutuamente, un poco antes de que la puerta de madera fuese tocada.

Algo logró captar la atención de LeeHi, cómo si supiese exactamente quién estaba  tras de esta.

-Yo abro.- dijo la Beta totalmente decidida, abriendola despacio para corrobar que sus sospechas eran ciertas.

-¡Aquí está su com- ¿LeeHi?

-Youngjae. No sabia que trabajabas como repartidor.

-¿Qué haces aquí?- El alfa miró inconcientemente al interior de la casa, abriendo sus ojos como platos cuando vió al Alfa enemigo de su amigo de pié en la entrada.
Pero eso no era lo importante, lo increíble fue el poder ver también al omega por el que su mejor amigo babeaba prácticamente.- Oh, ¿Esta es la casa de la señora Park?

-¿Conoces a mi madre?- preguntó Jimin confundido, acercandose asustado por el fuerte aroma de aquel desconocido Alfa.

-¿Tú eres Jimin? Wow, ahora entiendo todo.

El Rarito De Los ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora