Estamos para ti

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Este era uno de esos momentos en el que te sientes impotente, que deseas gritar y llorar al mismo tiempo.
2 lobitos se consuelan mutuamente, en un vago intento de sanar sus almas rotas.
El omega respira intranquilo, con las manos temblorosas y los espasmos inconcientes de su cuerpo cada que su Alfa intenta desinfectarle las heridas con alcohol.
El nido lo mantiene tranquilo, al menos por un rato, mientras que Jungkook le acaricia con delicadesa las zonas afectadas de su cuello.
El hungüento analgesico comienza hacer efecto en sus rasguños y mordidas, permitiendole tener algo de calma, dejando de sentir el dolor constante.
Jungkook le a traído mantas, además de recalentar la taza de té que dejó olvidada en la mesita.
Está junto a él, esperando a que se sienta listo para abrazarlo u acercarse un poco más.
Le duele, duele que ahora tenga miedo hasta de su propio alfa, que sin importar nada esta ahí para él.
A limpiado, curado y cubierto con benditas adecivas todas las protuberancias rojizas de su cuerpo.

El baño se a encargado de llevarse la mayoria de las asquerosas sensaciones de su cuerpo, al menos, pero los recuerdos atemorizantes siguen ahí y eso es algo que ni la mas fuerte ventizca invernal podrá llevarse.

Se acomoda mejor dentro del nido, haciendose bolita en un rincón donde recuesta su cabeza sobre una sudadera roja de Jungkook. Frota su rostro con esta misma, relajandose con el aroma a hierbabuena que está desprendiendo.
Hay un aroma a menta que proviene  de su taza humeante.

Jungkook le a preparado té de menta y galletitas de granola, pero no tiene apetito ni ganas de nada.

Es curioso, pues ama las galletitas de granola y el té.

-Taehyungie~.- susurra el alfa, mirando como su novio sigue derramando lagrimas silenciosas en un rincón.

Quiere decirle que su padre a llamado.

Que Minhee está siendo procesado a una correccional para menores por intento de agresión.

Que ya puede respirar tranquilo aunque sea unos minutos.

Pero sigue ignorandolo desde que salió del baño.

Necesita abrazarlo, besarlo y darle todo el amor que tiene para él, pero ya se a ganado muchos gritos y golpes cuando hizo el intento de limpiar sus heridas.
El timbre resuena y Taehyung se tensa, asustado de que aquel alfa venga por él, que venga a terminar lo que a dejado empezado, pero se relaja cuando siente el aroma dulzón de Jin y Jimin.

Sus amigos llegan, con las cabezas gachas y la mirada triste al ver a Taehyung de ese modo.
Notan los rasguños en su brazo y las mordidas en su cuello.
Esta ahí, pero a la vez no.
Parece ido en sus recuerdos, sin dirigirles la mirada o la palabra. Acurrucado sobre el nido, aferrandose con todas sus fuerzas a un cojín del sillón.

-Hola...- saluda Jungkook en un susurro, dejandoles pasar a su pequeña sala. Todos avanzan, con mochilas y bolsas del supermercado en sus manos.
Jimin carga consigo su estuche de pinturas portatil, algunos lienzos en blanco para que Taehyung pueda liberar su tensión y enojo en una pintura.
Yoongi a traído algunos discos con sus composiciones clásicas para relajar el ambiente, además de una cajita musical para darle.
Hoseok a traído pastelitos que hizo en casa junto a su padre, argumentando que algo dulce  siempre puede levantarle el ánimo a quién sea.
Jin carga consigo los libros favoritos de Taehyung, además de una copia de su propio libro.
Namjoon a comprado algunas películas infantiles para que vean todos juntos y se distraigan del dolor.

-Ese bastardo...¡Mira lo que le hizo!.- grita Jin frustrado, golpeando la puerta debido a la rabia.

Jimin se acerca cautelosamente, sentandose fuera del nido pero lo suficientemente cerca de él.
Mira su expresión triste y sus ojos vidriosos, recordandole a él.

El Rarito De Los ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora