Sus ojos aún seguían cerrados, estaba sumido en un profundo sueño, en una convenientemente cómoda posición, con un fino hijo de saliva cayendo por su boca entreabierta, y su respiración como el único sonido que hubo…hasta que comenzó a sonar el timbre de la alarma que tenía programada para ese día, para esa hora, para hoy.
Con la mano palpó hasta llegar a la pantalla táctil del móvil, a la cual le daba pequeños golpes con la palma de su mano para que el aparato dejará de sonar, y así poder dejar de escuchar el molesto ruido que había puesto como despertador. Cuando al fin logró hacerlo, una de sus manos se dirigió a su rostro, y talló uno de sus ojos con delicadeza en un intento de espantar el sueño que un estaba presente.
Poco a poco abrió los ojos e intentó acostumbrarse a la luz que había, la luz artificial estaba apagada, pero la luz natural que se colaba por las ventanas de su habitación, iluminaban todo. Se estiró, y luego se sentó, revolvió sus suaves cabellos color chocolate amargo antes de levantarse de la cama para poder empezar el día, su primer día en un nuevo instituto, en una nueva cuidad.
Tuvo que dejar su antigua vida atrás, no era que no le gustara, pero era demasiada presión a la que se exponía cada día, y aunque tenía a su mejore amigo; Momon, le quería mucho, era su amigo de la vida, pero ansiaba salir de su cotidianidad, quería de dejar de vivir en la cuidad en la que su padre murió, quería dejar de sentir que no encajaba, quería dejar el estrés de la cuidad. Le agobiaba el sonido de los autos cada que salía, le agobiaba ver tanto puto edificio a su alrededor, le agobiaba tener que tratar con gente idiota e insolente de la cuidad, que nunca prestaban atención a lo que hacían.
Cuando su madre le contó que debían irse de la cuidad por trabajo, éste se emocionó en demasía, y empezó a implorarle a la vida que le sonriera una vez más, pues lo único que lo mantenía cuerdo y sin algún antecedente penal por golpear gilipollas que agotaban su paciencia, era la música, la música fué, es y siempre será su mejor amiga, la única que lo hacía feliz.
Luego de que se levantó de su cama, fué hasta el baño a ducharse con agua tibia, las mañanas son frías, y no quería morir de hipotermia. Dejó que el agua terminase de despertarlo, y así poder prepararse mentalmente para el dia de hoy; nueva escuela, nuevas personas. No es que no le gustara ser sociable, solo que no se le daba especialmente bien hablarle a la gente sin que su voz rasposa sea responsable de que crean que está siendo brusco o poco amable.
Salió de la ducha e intentó verse en el espejo, tuvo que pasar la mano para quitar el empañe que tenía debido al vapor que soltó el agua caliente hace unos segundos atrás. Vio su cabello mojado reposando en su frente, y las gotas de agua cayendo en su rostro. Soltó un largo suspiro, y cepilló sus dientes antes de salir por completo del cuarto de baño.
Al estar nuevamente en su habitación, tomó algunas prendas de su clóset, para así vestirse con ellas y dar una buena imagen en su primer día. Empezó poniéndose una camiseta negra de manga corta, con pantalones del mismo color, junto con una chaqueta de un morado oscuro casi tocando el azul marino, con pequeños pero notables detalles dorados, guantes sin dedos y sus visores ¿Visores? Si, era raro, pero le gustaban.
Cuando terminó de alistarse, y de guardar sus cuadernos en la mochila, tomó su móvil y los audífonos, los conectó y eligió entre sus playlists alguna que pudiera subirle el ánimo, no porqué estuviera de mal humor, bien si no porqué quería estar de exagerados buenos humores para poder sobrellevar el día como se debe, haciendo del día "la puta hostia" desde el comienzo.
Bajó las escaleras con dirección a la cocina, y cuando estuvo allí empezó a prepararse el desayuno; cereal, pues no contaba con mucho tiempo antes de salir. Tomó una caja de cereales, y un tazón, los dejó en la isla mientras que iba por la leche a la nevera, y en ella se encontró un post it que decía "Salí temprano", típico.
Lo dejó ahí y abrió el electrodoméstico para buscar lo que fué a buscar, y luego de eso, preparó el platillo como es debido, primero el cereal y luego la leche, aunque eso realmente no importaba, no altera el producto si lo hace de un modo u otro.
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El Chico Del Skate [Luzuborn]
FanfictionReborn es el chico nuevo en la pequeña villa de Karmaland, un citadino frustrado por la presión de las calles de los santos se muda a los suburbios, donde todo era tranquilo, hasta que vio los ojos azules que lo dejaron embelesado, los aveces alegre...