Alfa

Capítulo 13

Sus zapatos hacían crujir cada uno de los escalones a su paso. Nick había bajado mucho antes que ella. Era una de las cosas que más le gustaba de él, que sabía perfectamente hasta qué punto llegaba su relación: nada más allá de pasarlo bien durante un rato. Había conseguido encontrar todo lo que buscaba en la planta de arriba, y esto le había sido más fácil gracias a que Nick la había dejado sola. Se había tomado la molestia de coger prestada una pequeña bolsa deportiva del cuarto en el que Damon la había pillado. Lo cierto era que la idea de que fuese el suyo le parecía muy divertida. Cuando entró con Nick no había podido evitar percatarse en lo ordenado que estaba todo. Fuera de ahí tampoco había podido fijarse en nada más. Anna sintió un pequeño escalofrío en su cuello al recordar cómo aquel chico había lamido cada uno de los lunares de su garganta entre besos.

Al llegar al rellano, miró la hora en su móvil. Tan solo quedaba dos minutos para la medianoche y sabía lo que eso quería decir. Tenía que encontrar al resto de su grupo para llevar a cabo su plan. Todas sus esperanzas se hallaban en Rick y Peter, ellos eran los que habían sido nombrados como encargados para localizar los fusibles en aquella enorme casa y esperaba que lo hubieran conseguido.

La joven vislumbró a Sophia al fondo de la habitación junto a Beth y Peter y se dirigió rápidamente hacia ellos para unirse a su conversación. La gente apenas se apartaba a su paso, estaba demasiado concentrada en mover sus brazos y pies para seguir el ritmo que el DJ disponía. Tenía que reconocer que la fiesta estaba siendo increíble. Todo el mundo hablaba sobre ella y ni siquiera había terminado. Apenas quedaba espacio libre en alguna de las habitaciones de la vivienda y eso que la casa doblaba en tamaño a la suya. Anna sabía perfectamente lo que eso quería decir. La voz se había corrido y había mucha más gente que la que pertenecía al campus. Un diminuto pinchazo le pellizcó en la boca de su estómago. Si no actuaba, dejarían de ser el centro de las fraternidades y eso era algo que no estaba dispuesta a perder.

- Peter, dime que tienes buenas noticias. - sus palabras salieron de su boca aceleradas. - Por cierto, aquí tienes la bolsa con todo.

La joven depositó la mochila deportiva en sus manos esperando una respuesta positiva.

- Tranquila, Anna. Los hemos encontrado. Están en el jardín trasero, en una cajetilla de plástico pegada a la pared. Jason acaba de ir a su coche a por el candado. Está todo controlado.

La expresión de Anna se relajó por un instante. No podía negar que estaba un poco nerviosa por lo que iba a ocurrir en apenas un momento y tenía que cambiar su manera de actuar. Seguramente si alguno de los miembros de Sigma Alpha la viese en ese modo no tardaría en sospechar. Levantó la cabeza para ver cómo Damon intentaba demostrar a una chica que podía beber de dos vasos a la vez sin derramar una sola gota. Un suave suspiro escapó de su pecho sin poder contenerlo entre sus dientes. Si no buscaba algo con lo que mantener su mente ocupada, iba a volverse loca.

- Oye, ¿quién tiene el tapón? Ya son las doce. - Haley se unió al grupo señalando la hora en su teléfono móvil. Aquella frase llegó a los oídos de Anna como si fuera un salvavidas.

- Yo se lo di a Alex. - contestó Sophia buscando al nombrado con la mirada por toda la habitación. Desde que el chico la había descubierto cogida de la mano de Peter no había vuelto a verle por ninguna parte. Lo peor no era eso, sino que no sabía si se alegraba por ello o esperaba algo diferente.

Anna escuchó atenta a sus amigas y decidió acudir junto a la mesa del DJ para conseguir así distraerse de algún modo. Sin pensárselo dos veces, tocó el hombro del chico haciendo que este se quitase los cascos para prestarle atención.

- ¿Me dejas el micrófono? - dijo ella dedicándole una preciosa sonrisa.

El joven bajó un poco la música y pasó el objeto a Anna con gesto agradable. La pista de baile había quedado en silencio y todo el mundo se había girado hacia ella preguntándose por qué.