Las pruebas para el equipo de fútbol americano eran uno de los momentos más esperados por los nuevos integrantes de la Universidad de Chicago. Jason y Rick componían parte del comité de elección para los nuevos miembros del equipo y les quedaba un buen número de entrevistas hasta poder completarlo. Varios de los alumnos becados estaban también allí para ver las instalaciones y cómo se trabajaba en aquella universidad. Aun así, seguían quedando libres algunas plazas.
Haley se encontraba en la grada junto a Beth para apoyar a los dos chicos. Ella sabía que Jason se moría cada vez que iba a visitarlo al campo de fútbol y cualquier excusa era buena para perder clase. La chica comenzó a hacer una pompa gigante con su chicle rosa entre sus labios.
- ¿Ese no es de Sigma Alpha? – oyó decir a Beth en ese preciso momento.
La pompa se rompió debido a su sorpresa y quedó pegada a su nariz y a la parte baja de la redonda forma de sus gafas. Haley vio cómo Chris se reía contemplando su torpe intento de burbuja. Llevaba puesta una camiseta de manga corta roja y unos pantalones de chándal grises. El resto de las chicas que se encontraban en la grada babeaban con cada paso que daba. Incluso juró escuchar algún que otro suspiro proveniente de unos cuantos chicos.
- No me lo puedo creer. – dijo Haley despegando el chicle de su cara. – Jason no se lo va a poner nada fácil.
Chris siguió caminando por el césped hasta colocarse junto al resto de candidatos. Era el más musculoso de todos con diferencia y eso ya decía mucho de su resistencia física.
- Bienvenidos a las pruebas del equipo de fútbol americano de la Universidad de Chicago. – Jason era el encargado de la recepción por esta vez. – El entrenador no ha podido venir por asuntos personales, pero tiene plena confianza en nosotros. Este año solo nos quedan tres vacantes, sin contar a los becados. Así que, suerte a todos. Aunque algunos necesitareis más que eso.
Esa última frase estaba claro a quién iba dirigida. Chris levantó la comisura sus labios formando una pícara sonrisa, pero no dijo palabra. Ahora que había descubierto quienes formaban parte del equipo de fútbol estaba aún más decidido a entrar.
- Empezaremos con 50 flexiones. – exclamó Rick sosteniendo una tabla en la que se podían ver las distintas fases a realizar.
Tras el largo sonido del silbato, una fila completa de chicos comenzó a bajar y subir enérgicamente. Las primeras veinte fueron fáciles de superar para todos. Sin embargo, a partir de ese momento comenzaron a escucharse los primeros suspiros de agotamiento.
La frente de Chris marcaba sus gotas de sudor y, aun así, no parecía cansado. Las chicas habían cambiado sus asientos para mirarlo un poco más de cerca. Sus bíceps se contraían fuertes y robustos, y a su pequeño club de fans parecía que le iba a dar algo.
- Patético. – refunfuñó Haley sacando su móvil del bolsillo para distraerse.
- Debes reconocer que está bueno. – comentó Beth toqueteando entre sus dedos su pelo liso y rubio.
- ¿Qué os pasa a ti y a Emma con esos tíos? – Haley se metió en Instagram y comenzó a ver las publicaciones de las personas a las que seguía. - ¡Mira esto!
Haley pasó su móvil a Beth riendo sin parar. Anna había subido una nueva foto al Instagram de su fraternidad. Se trataba de la que se habían hecho en la fiesta y lo mejor de todo era el texto que le había puesto. "Gran fiesta de Sigma Alpha. Lástima que "apagara" tan pronto. ¿Estáis impacientes por nuestro próximo llamamiento a la rebeldía?" Anna se había encargado de etiquetar a Damon para que no pasara por alto la publicación. Los likes crecían rápido y Haley estaba entusiasmada. No podía haber sido una mejor idea para coronar la venganza.
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Alfa
RomanceLos clichés siempre funcionan por algo... Bienvenidxs a su giro de 180º. Cuatro chicas líderes de la fraternidad más importante de toda la Universidad de Chicago. Alpha Roar. Conocida en todo el campus. Exitosa en todo Chicago. Todo se desmorona cua...