Prólogo

328 29 12
                                    

21 de marzo, 00:25

- ¿Eso significa que no me quieres? – deslizó una mano por su pelo intentando así apartarlo de su cara empapada. Seguidamente, avanzó con paso firme hacia ella.

- Ni se te ocurra dar un paso más. No quiero volver a tenerte cerca. – tenía los ojos hinchados, aunque las lágrimas quedaban camufladas por las gotas de lluvia. Su pecho subía y bajaba nervioso. No podía seguir allí.

- No has contestado a mi pregunta.

La situación era cada vez más tensa. Si decía que no, todo acabaría, como tenía que ser. No habría más mentiras, ni humillaciones. No habría más dolor. Pero no era verdad. No sabía cómo había llegado a ese punto, no sabía cómo escapar. ¿Cómo salir de un laberinto en el que ni siquiera había estado dispuesta a entrar? Se encontraba en la boca del lobo, un lobo demasiado tentador, un lobo de palabras vacías pero efectivas.

Giró la cara para no mirarlo, sus ojos la observaban de manera muy intensa y ella se sentía cada vez más débil. Sabía que no debía, pero aun así no importó.

Un pie tras otro, firme y decidida, se acercó hacia él y juntó sus labios apasionadamente. Él agarró sus caderas con sus manos y apretó aún más, contrayéndola en su pecho. La lluvia empapaba sus caras y su ropa. Ella recorrió su pelo con sus dedos. Era consciente de lo que iba a pasar y le daba igual. Necesitaba sentirlo. En ese momento, él se retiró por un segundo.

- Sophia... - susurro con voz cortada.

La chica separó sus cuerpos mojados y dio un paso atrás. Tomó aire antes de hablar.

- Tú y yo, nunca tendremos nada. Tómate esto como una despedida.

Giró sus pies hasta darle la espalda y lo dejó ahí, con mil dudas en la cabeza y ninguna certeza.

AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora