Alfa

Capítulo 22

El círculo de personas alrededor de la mesa se había ampliado considerablemente. Alex estaba justo en frente de Sophia, escaneando cada poro de su piel sin pudor alguno. Otra vez volvía a tener a aquel chico con el que la había visto salir del baño a su derecha y sabía lo que eso quería decir. Iba a tener que lamer una parte de su cuerpo. Apartando apresuradamente ese pensamiento de su cabeza, señaló a Dan para indicarle que él iba a ser el primero.

La chica que estaba a su lado refunfuñó por pensar que debía esperar toda una ronda para pasar su lengua por la piel de Dan. Por el momento, tan solo tenía que indicar una parte del cuerpo para que Dan pudiese lamer a la persona de su derecha: Eleanor.

- ¡La clavícula! – exclamó la joven divertida ante el recién inaugurado juego.

Los ojos de Eleanor se abrieron como platos. El amigo de Matt se alzaba a su lado portando la misma chaqueta de cuero con la que lo había visto el fin de semana anterior. En ese instante, el joven alzó sus extremidades y se retiró la prenda para tener una mejor movilidad. Sus brazos eran delgados pero fuertes. Llevaba una camiseta azul oscuro y el borde de la manga se apretaba contra su bíceps.

- Me alegro de volver a verte. – dijo el chico girándose hacia Eleanor. Ella estaba totalmente paralizada. Aquel desconocido iba a besar su clavícula en cuestión de segundos y la idea no terminaba de convencerle. - ¿Puedo?

Dan retiró con suavidad el pelo de su hombro con la mano y Eleanor juntó sus dedos para desabrochar un par de botones de su camisa rayada. El tirante de su sujetador de encaje blanco asomó en cuanto la chica apartó hacia un lado la prenda, dejando al descubierto su clavícula. Acto seguido, Dan movió el salero contra su piel y Eleanor pudo sentir los pequeños granitos cayendo finos y minúsculos. Intentó mirar hacia su hombro para ver la cantidad de sal que el joven había depositado, pero en ese preciso momento, Dan se acercó hacia ella y pasó su cálida lengua con detenimiento por aquella parte de su cuerpo. Un escalofrío sacudió su columna debido a su tacto. En seguida, el chico se apartó de su lado y cogió el vaso de tequila para llevarlo hacia su boca. No tardó en tener el limón entre sus labios para calmar el sabor del fuerte licor.

Eleanor recorrió su piel con sus dedos intentando retirar el fresco tacto que la atravesaba. Estaba muerta de vergüenza. Todo el mundo la estaba mirando divertido y ella subió rápidamente su camisa para volver a colocarla en su sitio y se la abotonó con sus dedos temblorosos. No podía tardar mucho, la siguiente en beber era ella.

- El escote. – propuso Dan mirando hacia Anna, la cual se encontraba a la derecha de Eleanor.

Varios aplaudieron su idea entre silbidos y ruiditos de emoción. La cara de Eleanor se puso más roja todavía si es que eso era posible. Anna dio una palmada a su amiga para animarla. Tampoco era para tanto. Prefería que fuese ella la que lamiese el principio de su escote que cualquier otra persona.

Eleanor lo hizo sin andarse con rodeos. Pasó sus labios por el borde de los pechos de su amiga, la cual llevaba una camiseta pegada de tirantes rosa palo. Tras lamer la sal, sostuvo su vaso de chupito y dejó que el tequila cayese por su garganta. Estaba mucho más fuerte de lo que podía haber imaginado, pero la sensación incluso llegó a gustarle. El limón rebajó ese potente regusto rápidamente.

La siguiente pareja eran Anna y Sophia. Eleanor sugirió el ombligo como parte y Anna hizo lo propio para pasar en seguida a beber su chupito correspondiente. Aún con el limón entre los labios, observó a su amiga y a Peter, el cual se hallaba a su derecha. Sabía todo lo que había pasado entre ellos. Había sido su culpa en cierto modo que se liasen aquella noche durante el curso anterior, pero las cosas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Tenía que darle un empujón a Sophia para que se decidiera a probar a Peter más allá de la amistad.