Capítulo 6

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Haley se llevó la tostada con mermelada a la boca mientras miraba Instagram sin prestarle demasiada atención. Las demás desayunaban a su lado del mismo modo que lo hacía ella. Todo había quedado impecable. Sophia había terminado de limpiar a la una de la madrugada. Las bolsas de basura se amontonaban junto a la puerta trasera de la cocina. Sophia bebía su enorme café ensimismada entre sus pensamientos. Tenía tanto sueño que podía quedarse dormida en la silla. Nadie le dirigía la palabra, tan solo Eleanor y Peter, el cual seguía muy simpático con ella, le habían dado los buenos días.

Tras descubrir lo de Kenya, la conversación que Peter estaba teniendo con ella había pasado a un segundo plano y Sophia había estado dándole vueltas al asunto durante toda la noche, más razón para que sus párpados pesasen aún más por cada sorbo de café.

- Hoy no tengo que ir por la mañana. Aún no han contratado al profesor de Historia de la Lengua Inglesa, así que no empiezan las clases hasta la semana que viene. – Eleanor sacó a Sophia de sus pensamientos.

- ¡Qué suerte! Ojalá no tuviese yo Mecánica de fluidos. Vaya mierda. – Peter se metió en la conversación sin previo aviso.

- Pues a mí no me parece una buena idea, no quiero perder clase y que luego el profesor nos meta prisa. – dijo la chica mordisqueando una de sus galletas de avena.

Sophia miraba a ambos como si estuviese metida en la conversación, pero el único pensamiento que permanecía fiel en su mente era la imagen de su cama. No tenía ni idea de cómo iba a aguantar todo el día sin haber dormido.

-Yo me voy ya. – anunció Haley levantándose de la silla. Jason siguió sus pasos y fue a recoger su chaqueta para acompañarla.

Todo el mundo fue retirándose poco a poco de la mesa dejando la cocina a medio recoger. Tazas de café tibio quedaron a medias, junto a los platos usados. El martes se presentaba largo, muy largo. Sophia tan solo esperaba que resultase un poco mejor que el día anterior.

***

A la hora de comer la cafetería parecía una autentica jungla. Grupos de todo tipo se peleaban por una mesa libre donde dejar su bandeja. Haley deslizaba la suya mientras se decidía entre coger un flan o una manzana. Ganó la parte golosa. Jason no paraba de contarle una tontería sobre las nuevas pruebas del equipo de fútbol americano de la universidad. Ella asentía con la cabeza completamente ida. La verdad es que odiaba el fútbol y que Jason le hablase sobre aquel deporte no era lo que más le gustaba que hiciese con la lengua. Así veía su relación, completamente física, pero le daba la sensación de que Jason cada vez se apartaba más de ese cometido.

- Perdonad, chicos. Tengo prisa. – un chico alto y de pelo oscuro apartó a Haley de un empujón para ponerse delante de ella y pagar su comida.

En cuanto Haley se dio cuenta de quién se trataba no pudo contenerse.

- ¿No tuvisteis suficiente ayer? ¿Tampoco voy a poder comer tranquila?

Chris se giró para contemplar a Haley. Llevaba puestas sus gafas de vista, las cuales le daban un aire un tanto intelectual. La camiseta blanca básica estaba un poco pillada entre sus vaqueros lisos y su cinturón negro, a juego con sus converse.

- Fue divertido, ¿verdad? – contestó finalmente el chico.

- ¡Claro! A Sophia le hizo muchísima gracia que tu amigo se aprovechara de ella.

- ¿Se liaron? ¡Alex nos lo negó todo el tiempo! A ese tío no se le resiste una.

- ¡No, idiota! ¡Se aprovechó de que estuviese sola! Pero, tranquilo, nunca más. Vais a desear no habernos conocido.

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