Capítulo 5

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Todo estaba hecho un completo desastre. En el pasillo de la entrada colgaban largas tiras de papel higiénico, una extensa capa de confeti enterraba el parqué y el sofá estaba cubierto de hojas y papeles de periódico. Anna dejó caer su bolso al suelo, justo al lado de su boca. Haley se llevó las manos a la cara intentando no gritar de nuevo. Beth y Emma recorrieron toda la planta contemplando aquel desastre mientras los tres chicos buscaban por los alrededores a los culpables de aquella novatada. Rápidamente, Sophia salió de su habitación y bajó las escaleras saltándose varias de ellas. Cuando vio lo sucedido se quedó petrificada. No lo podía creer.

- De vuestros nuevos amigos de Sigma Alpha. Feliz inicio de curso. – leyó en voz alta Eleanor sosteniendo la nota de la mesa principal del salón.

- ¿Se puede saber cómo has dejado que pase esto? – inquirió Anna dirigiéndose hacia Sophia con la cara roja de ira. Haley y Eleanor siguieron sus pasos del mismo modo.

- Yo... No oí nada... No entiendo cómo... - las palabras de Sophia se sobreponían unas sobre otras. Ahora todo cobraba sentido. Alex tan solo había sido la distracción y ella había caído sin ni siquiera haberse dado cuenta. Aquel desastre era su culpa.

- ¿En serio? ¿Nos vas a decir que una piña de tíos se ha colado en nuestra casa y tú no has oído absolutamente nada? – Haley estaba al borde de los nervios. Todas miraban a su amiga incrédulas.

- ¿Crees que si hubiera oído algo habría dejado que esto pasase? – la excusa de Sophia apenas podía sostenerse.

- ¿Y qué estabas haciendo para no darte cuenta de este desastre? – Eleanor apretaba los puños contra sus muslos. Todas estaban realmente enfadadas.

- Yo ...veía una película...y... - la chica no sabía si era mejor confesar o callar. Optó por lo primero, la mentira no la llevaba a ninguna parte – Alex... estuvo en mi cuarto...

- ¿Quién es Alex? ¿Tienes nuevo novio y no nos has dicho nada? ¿Por eso no querías venir con nosotros a cenar? ¿Querías la casa para tirártelo y no contárnoslo? – las preguntas de sus amigas salían disparadas unas tras otras, cada cual con más furia que la anterior.

- Eh...No...Es de Sigma Alpha...

El silencio fue absoluto tras sus palabras. Las chicas más que mirar a Sophia la abrasaban entre el fuego de sus ojos.

- ¿Te estás liando con un niñato de Sigma Alpha? – susurró Anna con un hilo de voz intentando no saltar a la yugular de su amiga.

- ¿Qué? ¡No! Él se presentó aquí de repente. Se coló por mi balcón y me aseguró que lo estaban persiguiendo. ¡Parecía en peligro!

- ¿Y tú le creíste? ¡Sabías quién era! ¿Qué pensabas? ¿Que iban a darte una medalla de heroína o algo? ¡Sophia, por Dios! – Haley no podía reprimir su tono. Toda la casa estaba hecha un completo desastre y la culpa era de ella.

- Ya sé que esto es cosa mía. ¡No me lo digáis más veces! Soy consciente de ello. – las lágrimas asomaron en los castaños ojos de Sophia. Aquella situación la aplastaba por momentos, todo el mundo estaba más que enfadado con ella y con razón. Movió uno de sus pies levantando algunos de los papeles de confeti, tras revolotear ligeramente, volvieron a caer al suelo.

- ¡No te pongas a llorar! La casa esta así porque tú has dejado que esto ocurra. – Anna no paraba de acusarla con el dedo. De la ira pasaba a la decepción. El día no podía haber ido peor. Los sollozos de la joven sonaban cada vez más fuertes, eran inevitables, la culpabilidad se aferraba a sus hombros cada vez con más fuerza.

- ¡Venga, dejadla! Tampoco es para tanto. – Eleanor se había ablandado al ver a Sophia de ese modo.

- ¿Encima la vas a defender? ¡Mira cómo está todo! – Haley señaló a su alrededor arrancando un trozo de papel higiénico de uno de los cuadros. Lo sostuvo entre sus manos mientras lo agitaba con fuerza.

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