Dejame ayudarte

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Pov Isa:

Estaba extrañado con el comportamiento del joven, según las palabras de Simón él fue el que le pidió que me secuestrase, pero este pequeño no tiene una pizca de maldad en él, parece incluso un pequeño niño indefenso, y por lo menos ahora lo creo incapaz de pedir algo así. Simplemente lo mire, intentando descifrar algo en su comportamiento, pero lo único que lograba notar era que al sonreír se le formaban dos hoyuelos en las mejillas que de pronto desaparecieron dejando que una cara de angustia y preocupación se apoderarán de él.

-Eso es sangre?! - dijo poniéndose la mano en la frente.

En ese momento fui más consciente que antes del dolor que tenía al costado derecho de mi cuerpo - si pudieras traer una venda te lo agradecería mucho - dije cerrando los ojos con fuerza para intentar dejar de pensar en eso.

- Ah... claro, claro ya vuelvo! - dijo el chico poniéndose de pie y salió corriendo, era una oportunidad de gritar o intentar escaparme, la puerta estaba abierta, mi boca estaba libre. Pero quien me decía que Simón no estaba ahí esperando a que gritara para entrar y darme una lección? Antes de poder pensar en alguna locura el chico regresó con muchísimas cosas entre los brazos -No encontré vendas por ninguna lado, pero esta esto que no se que es, y esto que tampoco sé qué es, pero estaban en el botiquín. - dijo con una cara de notable preocupación y enseñándome una gasa y un curita gigantesco. Algo en los actos del menor me resultó sincero e inocente. En sus manos aún sostenía ambas cosas con una mirada que preguntaba si alguna era útil, era como si nunca se hubiera visto en alguna situación similar y esperara que yo le dijera que debía hacer - entonces? - preguntó con una mirada suplicante. Ahí entre en conciencia de nuevo.

Me había perdido en su mirada y casi instintivamente le dije - la de la derecha está perfecta -

El se acercó con miedo hacia la herida y se quedó paralizado, sus ojos estaban fijos en la mancha que crecía poco a poco, después desvió su mirada hacia mis ojos lentamente, él no tenía idea de que hacer, empezó a respirar rápidamente, estaba nervioso.

- Martín... verdad? - dije y el asintió suavemente - No tienes que hacerlo si no quieres. Ni siquiera se porque te preocupas por mi. En cuanto llegue Simón, todo se acabo.

- A que te refieres? - preguntó con una cara extrañada.

- Si no hubieras entrado hace rato, yo ya no estaría aquí - dije desanimado.

- Lo siento - dijo el chico conteniéndose el llanto - si no fuera por mi nunca hubieras estado aquí-  ahora miraba al suelo, yo no hice nada, solo lo mire arrepentido en el suelo. Pero de qué estaba arrepentido? Acaso si le había pedido esto a Simón?

- Qué le pediste a Simón? - dije tratando de mirarlo.

- Yo no le pedí nada! El toma decisiones locas todo el tiempo! Lo único que le pregunté es que como creía el que sería vivir una película de suspenso! Jamás creí que llegaría a este extremo! - en su mirada acuosa se delataba lo mal que se sentía, volvió a mirarme y se ahogó en llanto - lo siento! Lo siento! Es mi culpa! Gritaba dándose golpes en las piernas

- Oye, niño cálmate! - dije gritando para intentar tranquilizarlo - escúchame - dije cuando me miro desconcertado - si no hubieras llegado, no estaría aquí, no estaría con vida. - dije y note como sus ojos se abrieron como platos con lo último

- Quieres decir que Simón... - se tapó la boca con la mano y de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas, se dio la vuelta y y escuche como ahogaba sollozos cortos, se limpió las lágrimas y  se volvió hacia mi, movió la nariz y se quedó mirándome, luego dirigió la vista a mi herida - Déjame ayudarte - dijo acercándose de nuevo, desabrocho los botones de mi chamarra haciéndola a un lado, tomó aire antes de levantar mi playera, y entonces se petrificó de nuevo. Sin duda el pequeño jamás había visto algo así en su vida

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