Solo otro Fanfic Isargas

Tijeras de dinosaurio

Pov narrador :

Martín se quedó sentado en su cama pensando. "Simón no me había dicho nada más, acaso se había molestado? O simplemente no le importo? En todo caso yo deberia ser quien está enojado, el casi lo mata!" se dijo Martín para sí mismo mientras bajaba las escaleras. Llegó a la mesa del comedor, Simón ya lo esperaba con dos platos humeantes.

- Preparé un poco de comida mexicana- Dijo Simón sirviéndole un vaso de agua.

Martín miro el plato y sonrió - delicioso - dijo tomando un taco - tenemos salsa? - Preguntó de repente.

-Salsa? Desde cuando te gusta la salsa? - preguntó Simón sorprendido levantándose de la mesa para buscar la salsa.

- Siempre me ha gustado, pero casi nunca hay salsa aquí, pero eso nunca la como - dijo Martín escondiendo los tacos en una servilleta bajo la mesa.

- Aquí esta la... tenias hambre... quieres más? - se interrumpió a sí mismo viendo el plato casi vacío de Martín.

- Si por favor - dijo con una sonrisa nerviosa.

- Deme su plato- le dijo Simón y este se lo alcanzó.  Regresó a la cocina por más comida, momento que Martín aprovecho para guardar los tacos en la bolsa de su chamarra.

- Simón... - dijo Martín apoyado en la mesa mientras jugaba con sus pulgares.

- Qué pasó Marto?  - dijo Simón desde la cocina.

Martín estaba a punto de preguntarle si en verdad se atrevería a matar a alguien, pero el solo pensar en lo que podría responderle o hacerle después de hacerlo, lo hizo reformular su pregunta por una completamente diferente - Cómo era mamá? - dijo finalmente y Simón salió de la cocina con el plato caliente.

- e dijiste Marto? - le dijo intentado confirmar lo que había escuchado.

- No, nada - intentó evitar el tema, se sintió demasiado estupido. Sabía que era un tema difícil, pero no se le ocurrió nada más.

- En verdad quieres saber como era? - dijo Simón sentándose de nuevo en la mesa, Martín lo miro extrañado, el jamás había siquiera tenido la intención de resolverle una duda, mucho menos si había mencionado a su madre - ella... ella era una mujer asombrosa, con una sonrisa igual a la tuya. Le gustaba bailar - paró a darle un bocado a su taco - papá dice que cuando era joven iban al karaoke juntos, y que ahí se enamoró de ella, y de su voz - terminó de comer su taco - y las pinturas de la sala, ella las pinto, pero a papá no le gusta andar diciéndolo.

- Encerio?! - dijo Martín sorprendido casi ahogándose con los tacos.

- Si- Simón río suavemente recordando alguna anécdota- de hecho el cuadro principal lo empezó una madrugada. Se levantó a media noche porque dijo que tuvo un sueño y que necesitaba plasmarlo o la idea se le iba a ir en cualquier momento, trabajó toda la noche y todo el día, enloqueció y dejó de comer y dormir para terminarlo. De pronto se desmayó y tuvimos que llevarla al hospital. Ahí supimos que estaba embarazada de ti. - soltó una risilla recordando el momento - esa pintura es sobre ti - dijo Simón  comiendo otro taco.

Martín solo se quedo imaginando lo bonito que sería que su madre estuviera ahí, si ella estuviera viva, seguro nada de esto hubiera pasado - algo más? - preguntó terminado de comer los tacos.

- Bueno...  amaba la magia, de hecho, le gustaba practicarla - dijo Simón recogiendo los platos - Mira Marto, ven - dijo haciéndole una seña con la cabeza para que lo siguiera al estudio de la casa donde había un ropero. Simón lo abrió y sacó de detrás de algunos abrigos polvorosos una caja negra - Este era el estuche de magia de mamá - dijo Simón abriéndolo y dejando ver cientos de cosas para hacer trucos.