Solo otro Fanfic Isargas

Maldita llave mágica

Pov narador:

Martin se ahogo en lágrimas aferrándose a la camisa que no tardo en humedecerse con su llanto. Cuando un grito lo plantó e nuevo en la realidad - Martín!!! - sonó desde fuera. Era Isaza. Estaba abajo, estaba vivo y lo necesitaba. Tomó un respiro intentando quitarse la tristeza y el miedo que lo invadían en ese momento. Escucho los rasguños de Malta al otro lado de la puerta. Recordó entonces que había usado una llave para liberar a Isaza cuando fueron por Malta. Sin esperanzas de que fuera a funcionar la busco en la bolsa de su pantalón tirado en el suelo. Introdujo la llave en la cerradura. Abrió. No podía creerlo.

Maldita llave mágica. Era una maravilla. Apenas podía contener la adrenalina y emoción que que hubiera funcionado, corrió con el corazón a mil por hora escaleras abajo. Simón tenía a Isaza en el suelo casi sofocado.

-Vas a arrepentirte de haberte revolcado con mi hermano - decía Simón cuando Martín se lanzó sobre él para que soltara al chico.

- Simón! Simón basta! - gritaba intentado sacarle el agarre - Simón! Detente! Por favor! Lo lastimas! - estaba desesperado y con lágrimas ya en las mejillas.

- Merece morir por lo que te hizo - decía Simón apretando los dientes.

- Él jamás me hizo nada! - dijo Martín cayendo al suelo - Resiste Isa - dijo acercándose a él para acariciarle la mejilla.

- Aléjate de él! - grito Simón soltando al chico para tomar a Martín del brazo y alejarlo de la cocina.

En ese momento Malta entró corriendo, se recostó a un lado de Isaza, lamía su cara esperando que se levantara y chillaba mientras rascaba su pecho. Simón soltó una risa victoriosa.

Había ganado.

Su cuerpo se relajó. Sin querer había soltado a Martín que al instante se paró y corrió hacia el cuerpo tirado de Isaza - Isa... no... no no no no no.... - se lamentaba tirado a un lado. Sintió la presencia de Simón detrás, se volteó a gritarle con un enojo evidente en su tono - TODO ESTO ES TU CULPA!!! - dijo para después tirarse a llorar en el pecho de Isaza.

Simón sintió una rara sensación invadirle. -Es así como me agradeces el haberte salvado?!? - le grito furioso.

- Salvarme....? - Martín no podía contener su ira - salvarme de qué? Si acabas de matar a la única persona que he amado! - se encogió como si eso disminuyera el dolor que sentía.

- Qué tu que...? - Simón apenas pronunció esas palabras.

En ese momento leves tosidos sonaron por detrás. Aún estaba vivo. Martín abrió los ojos y una sonrisa se dibujaba en su rostro al ver cómo Isaza se incorporaba. No dejó pasar un segundo, le tomó por la cara y los unió en un beso. Aún inconsciente el chico le correspondió.

Detrás de ellos Simón estaba perplejo. Temblaba y se enfurecía a cada segundo. Solo soltó un grito antes de tomar a Martín por la playera para alejarlo de Isaza. Pero fue en vano pues este lo sostenía en un abrazo por la espalda - Infeliz! Y todavía te atreves a hacerlo frente a mi! - gritaba Simón con palabras cortadas por su enojo - aléjate de él Martín, qué no ves todo lo que te ha hecho!? - le gritaba pero su cuerpo no se movía. Estaba estático. No podía moverse, y casi dejó de respirar con las palabras que le dijo Martín.

- Hizo lo que tú nunca hiciste. Me enseñó este maldito mundo! Tuvo la paciencia de responder mis dudas. De darme el tiempo que tú nunca tuviste para mi! - terminó aferrándose en un abrazo.

- No! Eso no es cierto. Lo único que hizo este imbecil fue violarte! - grito Simón.

Martín no tenía idea de lo que significaba eso. Se quedó callado ante su ignorancia una vez más. En su lugar esta vez habló Isaza - Yo nunca le haría a Martín lo que tú hiciste conmigo - dijo abrazándo al chico con más fuerza.

Simón estaba a nada de lanzarle el cuchillo a Isaza cuando una quebrada voz le resonó en los oídos - Simón... dime que no es cierto - decía Villamil encontrándose con esa escena.

Qué está pasando aquí Simón?! - esta vez fue la voz de su padre.

Villa había llamado al padre de Simón para avisarle de su comportamiento extraño apenas este dejó en el aeropuerto donde el padre de los Vargas lo recogió para llevarlo a casa. Simón perdió toda fuerza y valentía que tenía en ese momento. El cuchillo cayó de su mano - Llévenlo al auto - le ordenó su padre a su chofer y guardaespaldas que apenas entraban a la la cocina.

- No.. por favor no - Simón suplicaba a los pies de su padre.

- Me lo adviertieron y no hice caso - la voz de su padre sonaba comprensiva, arrepentida y triste al mismo tiempo. No le quedó otra más que ver cómo los hombres se llevaban a la fuerza a su hijo. Entonces se dirigió a Martín - Perdoname hijo... perdóname por ser tan mal padre... - le acarició la mejilla y con esto solo hizo que Isaza lo acercará más a él - No te preocupes... no pienso hacerles nada... si es lo que te hace feliz... está bien para mi, Marto... - el padre no dejó de tocarle la mejilla - Lamentó que hayas tenido que pasar así tu cumpleaños...