¿Son mis instintos?... [Beastars] (Louis X Legosi)

Capítulo 47: Un plan, una meta.

Y finalmente seguimos con esta conclusión del Quinto y último arco de la historia entre Louis y Legosi.

Legosi finalmente pudo descubrir su meta, su deseo, su decisión. Pero, ¿Podrá conseguirlo?

Al igual que todos los demás capítulos de esta historia, he de recordarles a los lectores, tanto nuevos como recurrentes, que en esta historia Hay advertencia de spoilers del manga de Beastars, específicamente hasta los hechos ocurridos en el Capítulos 165.

También he de recordar todo el agradecimiento que tengo hacía ustedes por permitirme comenzar a cerrar el gran ciclo que ha sido esta historia, vamos con todo en esta recta final hacía el Capítulo 50.

Y, sin nada más que aclarar.

¡Comencemos con esto!

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A este punto, no podía confundir la sensación que estaba sintiendo en ese momento, habían pasado ya varios minutos desde que ese sentimiento de cercanía, de calidez comenzaba a ser captado por mis sentidos y no parecía parar en ningún momento, inclusive, mientras más miraba aquella ventana y aquel destello, la imagen se hacía mucho más clara que como estaba antes, Louis estaba allá. Mi búsqueda terminaba allá, mi destino era estar allá.

Continué durante varios minutos mirando aquel "Destello de esperanza" en el gran horizonte, tratando de examinar de mejor manera las cosas que habían allá, si había alguna cosa que me resultara familiar en todo esto y que fuera capaz de decirme si finalmente estaba en lo correcto, puesto que ahora sí que no lo estaba dudando, no creo que hay estado más seguro de una decisión en mi vida, sabía que ese era el lugar, ese era mi destino, ese era el lugar donde las verdades saldrían a flote, donde mis instintos y mi mente pueden vivir en paz y armonía, donde las palabras finalmente podrán hablar sobre lo que sentía, donde finalmente acabaría con todos estos años en los cuales he reprimido los sentimientos que he sentido a lo largo de estos casi 19 años que llevo dentro de este planeta.

Pasó alrededor de media hora cuando comencé a quitar mi vista de aquel destello, la felicidad se hacía notar por cada parte de mi cuerpo, mi cola se movía rápidamente de un lado a otro sin nada que la detuviera de expresar lo que en ese momento llegué a sentir, mis manos estaban temblorosas debido al nerviosismo de saber que finalmente no había conseguido después de casi 2 meses en los cuales la incertidumbre y la especulación formaron parte de mi razonamiento lógico. 

Y, por sobre todo lo demás, podía sentir como una sonrisa estaba formada en mi cara.

Una sonrisa que nadie, ningún animal, podría detener, independiente de lo malo que ese animal, o la situación en la que estuviera fuera, ya que mi deseo de llegar tan solo se impulsaba, sabía que estaba ahí y no iba a rendirme después de haber llegado tan lejos en este viaje, estaba listo para poder ir, estaba listo para poder enfrentar el tramo final a través de los fríos bosques del sur del país, estaba listo para volver a iniciar todo de la misma manera en la cual empezó años atrás de vuelta en la escuela donde las memorias y los recuerdos fueron creados, estaba listo para iniciar un nuevo capítulo en la historia de mi vida, de hacer lo que creía que era lo correcto y con ello finalmente expresar lo que yo como carnívoro sentía ante una sociedad polarizada y dividida.