Oneshots Pokespe

Parpadeos

Las horas trancurren rápidamente para Gold, cuando menos se da cuenta ya se ha terminado el día. Y luego la semana. Y luego el mes.

Es tan rápido como un parpadeo.

Empezar el día a las 8 am, prepararse unas tostadas o tal vez servirse un yogurt con cereal, depende de lo que haya. Y luego un parpadeo, ya son las 9 am ¿Cómo es posible si solo fueron unas tostadas y un café?

Ir a la guardería y ayudar a los viejos con el entrenamiento de las crías y el cuidado de los huevos. Siempre es emocionante ver qué personalidad tomará el huevo naciente. Pero para bien o para mal, esa emoción hace que en un parpadeo ya sean las 6 de la tarde y termine el día de trabajo ¡Pero si el quería seguir al lado de esos Pokémon! El tiempo es cruel cuando uno es feliz.

Es momento de regresar a casa, es ahí donde el pasar del tiempo puede ser más turbulento ¿Tal vez dos parpadeos al pasar el rato con Silver o Crys? ¿Tal vez uno estando con Ruby? ¿O tal vez cinco millones cuando tiene que ayudar a su mamá com deberes aburridos?

Al regreso a casa, todo entra en un mundo paralelo donde la hora no importa. Es de noche, es hora de dormir. Si es más tarde o más temprano, poco le importa.

Revisar la hora es indiferente. Solo le importa el lograr dormir.

Porque fácil es cerrar los ojos, otra cosa es conciliar el sueño.

Porque cuando los ojos se cierran y los parpadeos no existen, Gold piensa en cosas que no debería pensar, como su inevitable muerte que lo llevará a olvidar todas las cosas y las personas hermosas con las que ha logrado convivir. Pensamientos que nublan su mente y estrujan su corazón como buscando aplastarlo y laminarlo, incapacitarlo de volver a respirar y de hacer su tan común movimiento de contracción y laxitud.

Pero parpadea nuevamente, y se da cuenta que ya es de día. En un abrir y cerrar de ojos sus miedos quedaron en un sueño, y la rutina vuelve a comenzar.

Así que, a veces pero sólo a veces esos parpadeos son buenos.