Oneshots Pokespe

¡Oye tú piel de bebé!

No se lo puede explicar del todo, pero ese chico se ha vuelto su perdición.

Y todo por haber perdido ante su piel de bebé...

Es que Ruby tiene una apariencia tan frágil y fina, es muy provocativa y atractiva a su parecer. Es el pecado definitivo para Gold.

Con una cara tan hermosa y suave, unos labios tan... Tentadores.

Es que aquel cuerpo lo enloquece, con cada movimiento lo incita a desgarrar su ropa y someterlo por completo.

Pero a pesar de aquella delicadeza en su cuerpo, su personalidad es lo contrario.

Podrá ser afeminado, quisquilloso y exagerado. Pero irradia una fuerza inesperada, además sus ojos tienen una determinación singular. Y esa mirada, que ojalá solo le dedique a él, demuestra una picardia y coquetería irresistible.

Cuando llegó el día que cayó ante su belleza, y saboreó sus labios, recorrió su cuerpo... Lo hizo suyo, y Gold decidió que nunca lo podría dejar ir.

Y Ruby se dejaba someter, dejaba que ante el resto él pareciera el débil, pero sabia que tenia a Gold bajo su poder, lo había hechizado, para bien o para mal.

Gold era consciente que Ruby se había vuelto su todo.

Y odiaba haber perdido contra su maldita piel de bebé.