Oneshots Pokespe

Dejate amar

Oneshot escrito por el reto de los 80 días
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El embarazo solía volver a las mujeres más empalagosas, más necesitadas del amor de su pareja, con antojos y mil cosas más. Sin embargo, los efectos del embarazo de Yellow eran algo diferente.

No quería nada dulce, estaba más distante e irritable. Y eso Red no lo soportaba, él intentaba ser un buen esposo y consentir a su amada, lamentablemente Yellow no quería ni verlo en pintura algunos días.

No es que Yellow no lo quisiera, el problema era que no lo aguantaba. No sabía que ocasionaba eso, y aquello la desesperaba aún más.

Ser padres primerizos trae problemas desde el embarazo.

...

-¡Estoy en casa!- avisó red pero nadie contesto, antes de que Yellow saliera embarazada ella siempre le recibía con un beso a menos que estuviera haciendo algo, en ese caso saludaba desde donde este y le decía que estaba haciendo, incluso si estuviera en el baño. Sí, hasta ese punto.

En contrario a ese tiempo, ahora Yellow ni se tomaba la molestia en saludarlo. Ella se la pasaba en su cuarto, viendo tele, o en el teléfono chateando con sus amigas de vez en cuando, en especial Blue. Como ella ya es madre, seguro daba buenos consejos.

O al menos mejores que los de green. Porque por más que ya había recurrido a su opinión poco o nada ayudó su gran y querido mejor amigo.

Ningúno otro era padre y así fuera, tenía la sensación de que sus consejos serían del mismo calibre que los de Green.

Subió al cuarto lentamente, como si tuviera miedo de encontrarse con Yellow. En parte era así, cada vez ella lo miraba tenía la sensación que le iba a caer la chancla.

-Amor ¿Qué tal?- pregunta red mientras se acerca donde yellow para besarla, luego se saca los zapatos y se echa al otro lado de la cama junto a yellow, quién se remueve en su sitio totalmente incómoda. Aún así no lo admite.

-Bien.- responde algo seca

-¿Y mi pequeño peleador?- pregunta red mientras acaricia la panza de Yellow suavemente

-O pequeña.- le corrige yellow.- Bien, hoy no ha dado tantos dolores.

-¿Hay algo que quieras hacer?

-Dormir, pero justo llegaste, ahora no podré.- le reprocha

-Entiendo, quieres... Privacidad, me voy a la sala entonces.- con tono triste aceptó y se encaminó con una almohada y una sábana a la sala.

Aunque los anteriores días lo ignoraba, nunca le había mandado tal indirecta. A este paso su esposa lo iba a terminar matando. Aunque más que el miedo de ser asesinado, le apena no pasar tiempo con Yellow.

Es una etapa tan hermosa, en especial para él que no pasa por los dolores, pero que es algo que se vive en familia, pero si ella no quiere verlo jamás podrán pasar eso. Y su bebé se la va a pasar en un ambiente solitario y fuera del calor familiar.

Todo porque Yellow tenía los cambios de humor y esa últimamente​ actitud negativa. Pero no se iba a dejar llevar por eso, tenía que entenderla también, no es que ella pudiera evitar estar de mal humor. Así que aceptaría lo que quisiera con buena cara.

...

-¡Estoy en casa!

-Genial, te estaba esperando.- yellow miraba a su celular sentada en el sillón de la sala

Por ese comentario, por más indiferente que sonará Red se emocionó, tal vez al fin se le estaba pasando el mal humor.

-Me he levantado con muchas ganas de hacerlo, así que ahora tendrás que satisfacer a tu esposa, más te vale que lo hagas bien.

Aquello le provocó sentimientos encontrados, normalmente estaría feliz de eso, pero realmente esperaba algo más cálido.

-Ya que.

Luego del acto Yellow se fue al cuarto, con una sonrisa satisfecha en su rostro y dejando a un Red agotado como nunca y expresión de muerto.

Aún no se explicaba como de "eres un Dios en la cama" pasar a "Decepcionante", y aún así en algún momento haber pedido por más.

A este paso definitivamente se iba a volver loco.

...

-Ya llegue.- Informa red sin tanto entusiasmo, hoy su humor no era tan bueno como para seguir intentando animar la casa. Debido al embarazo de yellow y en todo lo que desembocó, no ha estado con la misma concentración en sus combates. Eso le ha llevado a que un retador le derrote uno de sus pokémon, algo que no había pasado hace mucho tiempo.

Yellow solo tenía 4 meses de embarazo, si sigue así perdería el titulo antes que pudiera recobrar el animo.

Como empezaba a ser costumbre, no hubo respuesta. Y con un suspiro, red decidió salir otra vez. Tal vez distraerse un momento no estaría mal.

Por más que muchos hombres ven como una forma de distraerse el ir a tomar, Red siempre verá como la forma de distraerse, ir a entrenar.

Pasaron unas horas y Red decidió volver, no se había percatado del tiempo hasta que era realmente oscuro, su celular ya no tenía batería.

Una vez en casa, abrió la puerta y se llevó la sorpresa que yellow lo esperaba en la sala.

Tenía que admitirlo, esperaba su muerte.

Yellow se levantó del sofá, tenía la cabeza gacha y no dijo ni una palabra. Eso atemorisaba aún más a Red.

Se acerco a él y contra todo pronostico lo abrazó y comenzó a llorar.

-Pensé que te habías hartado de mi... Tu- tuve tanto miedo de que te hubieses ido... Estaba muy preocupada... Idiota.

Red solo se puedo enternecer ante tal escena. Moría por una muestra de cariño como esa desde hace tiempo. Indudablemente la abrazo y la consoló. No se soltaron hasta que yellow se calmó.

-Dejare de ser tan agresiva e irritable a partir de ahora, perdona amor, realmente ni yo me he estado aguantando en estos días.

-No es tu culpa.- dijo mientras sujetaba las manos de yellow - Ni tú ni nadie puede controlar tu humor. A mi solamente me quedaba aceptar, jamás te disculpes por algo así. Tanto lo bueno como lo malo es parte del hermoso milagro de la vida que floreció de nuestro amor. Y escúchame bien, no importa que, nunca podría hartarme de los dos amores de mi vida.

Desde esa vez, el embarazo nunca dejo de ser tan dulce como el dejarse amar.