Erupción

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-Parece que va a erupcionar.

-¿Qué cosa?

-La nube encima nuestro.

Red y Yellow disfrutaban del día en el bosque. Era una costumbre ya, reunirse a pasar el día entre pesca, charla, juegos o de vez en cuando un combate. Al final descansaban mirando al cielo antes de despedirse.

-Mientras que esa erupción no se vuelva una lluvia me agrada.- Yellow anunció sin tener en cosideración el poder de sus palabras, pues en ese momento comenzó a llover.

-Jaja, resulta que la invocaste.- Red se para y ayuda a Yellow a hacer lo mismo- Mejor ya hay que irnos antes de que empeore.

Gracias al bosque la mayor cantidad de la lluvia que caía se perdía en los árboles, así pudieron llegar a la casa de Yellow casi secos.

-La lluvia fuera del bosque está bastante fuerte.- Avisó Yellow- ¿Seguro que no te quieres quedar en mi casa hasta que acabe?

-No es que no quiera, pero... Es complicado.- En respuesta Yellow suspiró- Igual, no creo que se ponga peor ¿Verdad?

Al igual que Yellow, coincidentemente escucharon un trueno caer a lo lejos.

-Parece que esta vez lo invocaste tú.- Rio un poco Yellow antes de abrir la puerta de su casa- No dejaré que te vayas con el clima así, pasa, serviré chocolate caliente.

-Ya mamá.- Aceptó Red resignado.

La casa de Yellow no era un basurero o un desorden total, sin embargo, desde que Red se independizó se volvió un poco maniatico con la limpieza. Y ver un poco de desorden era insorpotable para él.

Pero Yellow era su mejor amiga, tal vez hasta le agradezca que ordene toda su casa.

Pero no, debía contenerse. No quería que ella lo vea de esa forma.

-¿Qué pasa? No es la primera vez que estás en mi casa.

-No es nada ¿Te ayudo a preparar?- Se ofreció Red intentando olvidarse del tema.

Pero para que se ofreció, su aguante colapsó al ver el desorden en la cocina.

-Lo siento, hoy iba a limpiar la cocina. Mejor espera en la sala mientras ordeno un poco y preparo.- Propusó Yellow avergonzada de que encontraran su desastre.

-No te preocupes.- Con una sonrisa tan amplia al punto de ser algo terrorífica- Yo te ayudo.

Rapidamente Red empezó a limpiar, y el disfrute en limpiar era tan evidente que dejó algo sorprendida a Yellow.

-No sabía que tenías tu gusto secreto, pensé que solo eras un maniático por las batallas.- Con tono algo burlón logró sacar a Red de su trance y avergonzarlo al ser descubierto.

-Ehm...- Red no tenía forma de explicarse, su sonrojo que nació de quedar en evidencia frente a Yellow lo hacía ver adorable, o eso pensaba Yellow.

-No es tan malo rojito, serás un excelente esposo.- Con un apodo y una pequeña broma intentó mejorar el ánimo de su amigo, sin éxito.- Además, hay gustos más vergonzosos que la limpieza.

-¿Cómo cuales?- Preguntó Red, con la curiosidad de saber el de la chica.

-Pues...- Evitó la mirada curiosa de su amigo con vergüenza- Desde hace tiempo que tengo una preferencia por los dibujos eróticos.

-¿Puedo ver?- Preguntó Red sin pensar, estaba algo sorprendido por la revelación de la chica, no le parecía algo malo. Y su curiosidad solo aumentaba.

-La curiosidad mató al gato, en este caso el gato podrías ser tú.-Advirtió Yellow.

-Oh vamos, tú me viste actuando como un maniatico. Es mi turno de ver una de tus creaciones.

-¡Hey! Fue tu descuido.- Se defendió Yellow, pero al ver la cara de cachorrito de Red no pudo hacer más que suspirar y subir a su habitación a traer su cuaderno de dibujo.-No puedo creer que estoy por mostrarte esto.

El cuaderno estaba lleno de dibujos subidos de tono, chicos y chicas desnudos y algunas veces tocando sus partes íntimas y una que otra escena sacada de una revista porno.

Red no podía negarlo, dentro de toda la vergüenza que sentía al irrumpir en los dibujos de su amiga seguía siendo un chico hormonal, y una parte de él se había excitado. Parece que encontró a su artista favorito.

-Dibujas muy bien, incluso esto. Y...- Red quería preguntarlo, pero no era correcto ¿Cómo preguntar si podía solo dibujarlo a él?- ¿Has dibujado a alguno de nosotros?

El rostro de Yellow la delataba completamente, no había necesidad de que responda esa pregunta con palabras.

-¡¿A quien?!- Incrédulo Red quiso saber más, aunque con duda si quería saber, pues existía la posibilidad de que no fuera él. Realmente no quería eso.

-¿Y tú has pensado en ser buen esposo para alguien?- Devolvió Yellow, atacando su manía por la limpieza.

-Jaja... Cuando recién me mudé era demasiado desordenado, el yo de ahora se hubiera vuelto loco. Pero empecé a ordenar y limpiar pensando en que esa persona estaría orgullosa de mi, luego nació en esa obsesión.- Contó su historia sin mencionar el nombre de la persona, no quería ser tan evidente.

-Bueno, mi primer dibujo erótico fue esa persona, estaba tan avergonzada que no pude terminarlo.

Ambos habían compartido su secreto, ambos tenían ganas de saber si eran la persona especial del otro. Pero ambos eran demasiado cobardes para preguntar.

-Bueno limpiador compulsivo, ya terminó de llover. Ahora sí eres libre para que mi casa no te atormente más.

-Gracias, no iba a aguantar más.

-Tonto.- Rió Yellow algo nerviosa.- ¿Te acompaño?

-No, está bien, yo voy por mi cuenta.- Se acercó a la puerta para salir, sin valor de decir algo más pero tampoco de irse así.- Uhm, gracias por mostrarme tus dibujos, debió ser complicado.

-Solo porque eres tú. Sino me hubiera llevado ese secreto a la tumba.- Miró hacia el piso sin saber que más decir. Los nervios la superaban.

-Nos vemos Yellow.- Normalmente usaban apodos, llamarse por su nombre era solo para momentos importantes.- No es por nada, pero la próxima vez que me dibujes va a ser más formado y musculuso, esto de limpiar es buen ejercicio.

-¿Cómo lo sabes?- Dijo exasperada por ser descubierta.

-Lo invoqué, y si no fuera así perdería la motivación de ser un buen esposo.- Con un sonrojo inigualable se preparó para huir.

-¿Quieres imitar la forma de esa nube?- Aquella pregunta detuvo a Red.

-¿Qué forma?

-Esta.- y sin pedir permiso, aunque no la necesitaba, lo besó.

Oneshots PokespeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora