∆Jhaen The Psycho∆ [Terminada]

∆39∆

P.o.V Narrador/a

-¿Por que dijiste eso?- le habló el conductor molesto.

- No se me ocurrió otra cosa- respondió Scolinex sin importancia mirando por la ventana del auto.

-Ya no te les acerques, te cortaran la cabeza, ahora iremos con Nemesis, tengo que hablar con ambos.

-Si señor- comentó sin ganas.

-Y esa paliza te la tienes ganada- le dijo calmado y el camino siguió en completo silencio.

A la mañana siguiente

P.o.V Jane

Desperté pasadas las 11 am, recogí todas las fotos que quedaron en la cama, las acomodé en el álbum y lo dejé en su sitio, fui al baño, me di una ducha rápida, me vestí con algo cómodo, hoy no creo que salga a algún lado, salí de mi cuarto, baje las escaleras y me quede viendo el comedor, limpió todo muy bien, me alejé, baje al sótano y me encerré allí, recordando lo que Scolinex había dicho, duele, aun que le haya gritado e insultado, me duele.
Vi aquellas cajas que saqué de mi cuarto en la estantería, con cuidado baje una, busque algo afilado para cortar la cinta adhesiva que sujetaba la tapa, me senté en el suelo y abrí aquella caja llena de sus cosas, regalos que me había hecho, cartas, flores ya secas.
Leí aquellas cartas y cuando quería era un maldito romántico pero jamás olvidaba darle el toque de pervertido. Una que otra lagrima se me escapaba mientras sonreía, deje las cartas a un lado y tome una cajita larga de madera donde guarde cada rosa o flor que me traía, quizás todo le parezca muy lindo o romántico, pero casi la mayoría lo que está aquí, me lo dio después de haber tenido fuertes discusiones, mayormente era por sus adicciones.
Seguí sacando cosas, algunos brazaletes que él solía usar cuando íbamos a la escuela, libretas, el primer y viejo cuchillo que uso y al final de todo, su sudadera blanca, no se porque la guardé, pero me aferre a ella a sollozar. Me tome mi tiempo, luego reviso la otra.

P.o.V Jhaen

Después de correr un buen tiempo y robar una bicicleta, voy camino a la mansión, surgió en mi la necesidad de saber si lo que dijo Scolinex era verdad.

[***]

Al llegar tiré la bici a un lado y subí corriendo las escaleras, golpee pero no se escuchaba nada, traté de abrir pero tenía seguro, ninguna ventana abierta, corrí por un lado hasta llegar al patio, nada, como puede ser que no haya nadie, siempre uno a dos se deben de quedar a cuidar de la casa, traté de abrir la puerta y también esta con seguro ¿y si llamo a alguien?... no puede ser, olvidé el móvil.

Di media vuelta dispuesto a irme, pero algo o alguien cayó detrás de mi, voltee rápido para encontrarme con Nina, quien solo me miraba.

-¿Donde esta Woods?- ella me miró algo extrañada, no iba a volver a preguntarle, volví a dar media vuelta, pero al escucharla me detuve.

-Liu fue por- le interrumpí.

-Él no, Jeff ¿Dónde esta Jeff?- le dije algo alterado.

Ella no respondió, lo que causó que me imaginara aquello. Me fui de allí, tome la bici y emprendí camino a casa, debo de preguntar a los demás.

[***]

Dejé la bici a un lado y entré a casa, todo estaba en silencio, mire por la ventana de la cocina y no había nadie en el patio ¿estará durmiendo? Subí y su cuarto estaba vacío, que raro, fui a mi cuarto por mi teléfono y a conectar la computadora, no voy a dejar que pase de esta noche para ver lo que hay en los CD, mientras bajaba las escaleras le llame a mi madre, lo que no me esperaba era que su teléfono estuviese en uno de los sofás. Último lugar, el sótano, abrí la puerta y si, allí estaba, sentada al final de las escaleras con un trapo en su regaso. Bajé lentamente hasta quedar a su lado, tenía los ojos un poco rojos y estaba viendo el suelo.

-¿Má?- puse una mano en su hombro y me miró- ¿qué sucede?- le dije algo preocupado.

-Nada, solo quise recordar lo que tenían esas cajas- mira aquél trapo sucio y lo acaricia.

Me puse de pie y me acerque a todo lo que estaba desparramado en el suelo.

-¿Pudiste descansar?

-Algo, me levanté a las siete y salí correr- respondí tomando algunas hojas escritas.

-No te escuché, creí que seguías durmiendo.

-¿Qué es todo esto?- volteando a verla con aquellas hojas en la mano.

-Son cartas que Jeff me escribía luego de discutir, son muy viejas, si discutíamos en la noche, a la mañana siguiente encontraba una carta a mi lado con una rosa u otra flor.

-¿Por que eran esas discusiones?

-Él, al año de volverse un asesino, cayó en el alcohol y varias drogas, cuando nos reencontramos lo iba ayudando, pero de repente recaía y me molestaba, sabía que podía tener tropiezos y sufría por eso, se ponía agresivo nunca me puso una mano encima, prefería romperse la mano contra la pared antes que tocarme, yo le tenía mucha paciencia, pero llegaba un punto en que me sacaba de las casillas y las pelear eran mucho más fuertes, al otro día, luego de leer lo que me dejó iba junto a él y la forma en que se derrumbaba me partía el alma y siempre me pidió que no lo dejará solo, que no quería cometer una locura, lo acompañe hasta que por fin dejó toda esa porquería que consumía, aun que seguíamos teniendo una que otra pelea pero no se comparaban con las anteriores- contó con nostalgia.

Dejé las cartas donde las encontré, miré las demás cosas y volví a sentarme junto a ella.

-¿Qué es ese trapo?- señalándolo.

-Era la sudadera que siempre usaba- la toma por los hombros y la extiende frente a ella para verla mejor- era muy raro verla sin ella.

-¿Por qué aun la conservas?

-Creo, que por el valor emocional que tiene, esta sudadera y las demás cosas- doblo la sudadera y fue a guardarla a la caja junto con las demás cosas, le ayude con cuidado de no romper nada, una vez que terminamos, ella acodó las cajas en su lugar y listo.

-¿Qué te gustaría comer?- me preguntó mientras subíamos las escaleras.

-Que te parece si hoy ¿cocino yo?- le sugerí.

- ¿Qué tienes en mente?

-Tú solo ve a sentarte en el sofá, mira tele o lee algo, yo me encargo de la comida.

-Solo no quemes la cocina Chef- revuelve mi cabello y se va al living.

[***]

-¿Sabe bien?

-Mm, para ser macarrones con queso, si, te quedaron bien.

-Soy todo un chef- dije con superioridad pero dando a notar que era en broma, a lo que ella río un poco.

El día pasó tranquilo, mi madre dijo que estaría en el patio leyendo un poco y yo aproveché para por fin poder ver aun que sea la mitad del primer CD.

[***]

Sus gritos de dolor se repiten una y otra vez en mi cabeza y no llegue a la mitad del video, él no me mintió, lo hizo para protegernos y yo le grité, lo insulté, mierda.

Me puse de pie y fui al baño para lavarme la cara. No podré quitarme esas imágenes de como lo torturaban y si esa era la "Bienvenida" que le dieron los guardias, no quiero imaginarme lo que habrá en los demás CD.