ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©

𝟚𝟠.

〖 Narra JK 〗

Sabía que en cualquier momento mis piernas se debilitarían.

Mi vista ya estaba cegada por los nervios, acompañados por mi temblado pulso, indeciso, pasando repetidas veces mi lengua sobre mis labios, para así humedecerlos.

— Hazlo de una vez. — habló con desesperación. — ¡no hemos venido hasta aquí para nada! — elevando su tono de voz.

No era capaz de articular ni una sola palabra, estaba bloqueado, paralizado.

— N-no... n-no pu-puedo... — susurré a lo que él puso sus ojos en blanco.

— Lo sabía... — maldijo por lo bajo mientras masajeaba su entrecejo.

Dio pasos nerviosos por la habitación.

— ¡No puedes hacernos esto ahora! ¡después de todo te hemos acogido como a un hermano! ¡te hemos dado de comer! — dijo con firmeza en sus palabras. — ¿y así nos lo pagas?

Aún mantenía la compostura con el arma entre mis manos.

— Tú no lo entiendes... — gruñí.

— Tienes razón, no lo entiendo. — llevó ambas manos a sus caderas. — No te entiendo Jeon, porque eres un cobarde.

— ¡Yo no soy ningún cobarde! — grité muy molesto apretando el objeto, rozando con mi dedo índice el gatillo.

— ¡Entonces sé un hombre y hazlo! — golpeó mi espalda para así acercarse a mi oído y susurrar: — Si no lo haces tú... lo haré yo.

Esas simples palabras provocaron que un fuerte escalofrío recorriera por completo mi cuerpo.

En mi frente ya se había generado una capa de sudor, de la cual descendían gotas que se deslizaban por los lados de mi rostro.

— N-no lo hagas por fa-favor... — dijo en un llanto la débil voz, la cual hizo derretir a mi corazón.

"Se un hombre Jeon JungKook: me dije a mí mismo".

Y aquel disparo, aquella bala, acabó con su ser.

〖 Narras tú 〗

Asustada miré la hora en mi móvil, las cuatro y media de la madrugada y JungKook no paraba de dar vueltas en la cama.

Había pegado un desgarrador grito, parecía estar sufriendo una pesadilla.

Sus puños estaban fuertemente cerrados y su cuerpo sudaba en frío, haciendo que su piel se viera brillante por el reflejo de la luz de la lámpara que estaba sobre la mesilla de noche.

— J-JungKook... — dije tratando de despertarle. — J-JungKook... — lo moví tomándolo de los brazos.

Entonces, en ese instante abrió los ojos con rapidez.

Por unos segundos se quedó con esa mirada, aún impactado.

Su pecho subía y bajaba con rapidez, faltándole el aire.

— J-JungKook, ¿te encuentras bien?

No se inmutó en hacer nada, solo se quedó en la misma posición mirándome de la misma manera que antes.