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Narra JK

Como un ave dando su primer vuelo, así para dejar su nido del cual aprendió las lecciones básicas de la vida, mi cuerpo profundamente sumerjido en mi consciencia, en su imagen, en mi amor por ella... se desvanecía.

Ya era la hora de volar.

Lo curioso es que me veía en tercera persona, caer desde aquellas alturas, como TaeHyung gritaba y suplicaba entre lágrimas que me detuviera.

Pero el JungKook que veía estaba tan dolido, que ya no le importaba nada.

Este simplemente era infeliz, y aunque estuviera rodeado de personas, que aunque suene contradictorio, estaba siempre solo o al menos eso sentía.

Él lo tenía claro, su única razón para vivir era ella.

Por un momento sentí como me metí en su situación, mi cabello que volvía a ser azabache, se movía ante la velocidad de mi silueta cayendo.

Pero, de repente el terror nació en mí, y mi respiración comenzó a agitarse.

Quería morir, quería ir con ella, pero eso no me quitaba el miedo a la muerte.

— ¡JungKook! — percibí una voz a lo lejos, una que confundí con las réplicas de Tae.

Un ataque de ansiedad me consumió por dentro, y comencé a patalear y a moverme inquieto. Estaba en dos cuerpos, en uno sentía como descendía en el vacío, y el otro sentía un gran calor y sudor recorrer mi frente.

— ¡JUNGKOOK! — sentí la voz más cerca, incluso diría que en mi lado derecho.

¿Qué está pasando? ¿a dónde estoy yendo?

No sé si estoy muerto, o estoy volviendo a nacer en otro cuerpo.

O tal vez la reencarnación sí sea verdadera.

Entonces, como en las películas nos cuentan desde niños, observé un túnel de luz. De repente toda aquella agonía desapareció y mi pulso nervioso ahora era uno tranquilo, pacífico.

— ¿Qué es esto? ¿dónde estoy? — hablé desconcertado mientras observaba a mi alrededor, pero aquello era la nada.

Como una cueva repleta de oscuridad.

Lo único que llamaba mi atención era aquella puerta a lo lejos, quien en su interior parecía tener luz.

— Bienvenido Jeon JungKook. — dijo la voz grave de un hombre, pero no era rasgada e intimidante, era una agradable y relajante, que te daban ganas de brindarle tu confianza.

— ¿Quién eres? — miré hacia todas las direcciones. — ¿Qué está pasando?

— Cálmate, no puedes verme claramente, soy producto de tu mente.

Fruncí todavía más mi ceño.

— ¿Qué? No estoy entendiendo nada...

— Escúchame Jeon, es hora de que regreses, aún tienes una segunda oportunidad.

Entonces mi estado cambió a uno molesto.

— Joder, ¿tú también? ¡es mi vida! ¡yo elijo como y cuando termina!

— ¿Y por qué lo haces? ¿por qué quieres acabarla? Eres joven, aún te queda mucho camino por recorrer...

Un brillo en mis ojos se hizo presente, unas pequeñas lágrimas bloquearon mi vista.

ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora