ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©

𝟚𝟜.

Seguí caminando bajo la lluvia ignorando la presencia del coche del azabache tras de mí.

— ¿Quieres subirte de una maldita vez? ¡¿no ves que está lloviendo?! ¡te vas a resfriar mocosa! — me gritaba molesto.

— Prefiero coger un resfriado antes que subirme con un alcohólico violador. — dije con frialdad mirando al frente. — Y deja de perseguirme o llamaré a la policía. —  le advertí con un tono amenazante.

— No digas gilipolleces. — espetó rabioso a un lado mío montado en el coche.

Iba avanzando a medida que yo caminaba.

Me paré en seco al igual que él para acercarme a la ventanilla.

— Intentaste follarme tratándome como si fuera un objeto, pasé mucho miedo Jeon. — lo señalé con mi dedo índice. — Así que más te vale que te alejes de mí o te dejaré estéril.

Eso último lo había gritado captando la atención de algunos transeúntes.

Recoloqué mejor mi mochila para continuar con mi andar.

No tardó en bajarse del auto para elevarme sobre sus hombros.

— ¡Suéltame! ¡SUÉLTAMEEE! — pataleé. — ¡Que llevo falda imbécil!

— ¡Cállate de una puta vez! — me dio una nalgada.

— ¡JEON JUNGKOOK! — grité enfadada roja del coraje.

— Te dije que te callaras. — me miró con su particular mirada penetrante que solía erizarme la piel pero que por alguna extraña razón me gustaba.

Decidí guardar silencio y dejar que me abrochara el cinturón, para después rodear el auto y sentarse en el piloto y continuar conduciendo de camino a la universidad.

Que bien comenzábamos el año.

Hubo un silencio bastante incómodo en el que simplemente se escuchaba la radio de fondo y el limpiaparabrisas moverse de un lado al otro en el vidrio que se encontraba frente a nosotros.

Apartaba las gotas de lluvia que impedían nuestro campo de visión de la carretera.

Su mirada se encontraba puesta en esta.

— Estaba ebrio, no sabía lo que hacía. — dijo rompiendo el hielo.

— Eso no es excusa, y lo sabes. — me crucé de brazos para mirar por mi ventanilla las calles de Busan.

— Lo sé, pero entiende el estado en el que estaba.

— ¿En el estado de ligar con cualquiera que se te atravesara?

— ¿Por qué te molesta tanto verme con otras mujeres? — esta vez me miró, poniéndome nerviosa.

Ni yo lo sé.

— Estábamos en un lugar público Jeon, frente a nuestros padres, difamando nuestra boda que te recuerdo que es dentro de una semana.

— Bien, vale, admito mi error joder. — espetó irritado. — Y no me hables de la boda por favor.

Sentí como apretó el volante con sus manos las cuales estaban recorridas por tatuajes.

— Bien, parece que estamos en las mismas. — crucé mi pierna para acomodarme mejor en el asiento.

— Sí... mi padre también está con el temita todo el santo día, el único momento en el que no pienso en el compromiso es en clases.

Ladeó su cabeza de un lado a otro provocando que su cuello crujiera.