— No me toques. — di un paso hacia atrás y él frunció el ceño por mi repentino cambio de actitud.Con una toalla blanca se limpiaba las manchas de sangre que bañaban sus manos.
— ¿Qué haces aquí? Este lugar es muy peligroso. — entredientes.
Más bien sonó como una amenaza.
— No, esa pregunta debería hacértela yo a ti. — apreté los puños.
Aquel sitio no me gustaba para nada, prostituras moviéndose de un lado para otro, hombres de todas las edades ebrios o disfrutando del espectáculo.
La música estaba demasiado alta, la cual se mezclaba con los gritos de las personas.
Todos los que estaban allí eran tan siniestros como Jeon.
— Debes irte, ahora. — recalcó la última palabra elevando el tono de voz.
Un chico de cabello verdoso y de la misma estatura que Jeon se acercó a nosotros.
Pasó su brazo sobre los hombros del azabache.
— Jeon, ¿quién es tu amiguita? — dijo con cierto coqueteo hacia mí.
El semblante del pelinegro cambió a uno serio.
Se libró del brazo de aquel chico para ponerse a mi lado y enrrollar sus brazos en mi cintura.
— Es mi prometida, Kwon. — dijo en forma de aviso.
— Ya veo. — elevó las manos inocente. — tranquilo no la tocaré, respeto a las chicas de mis amigos. — dijo con una sonrisa.
Yo solo sé que me estoy muriendo del frío.
— Soy Kwon Ji-Yong pero prefiero que me llames GDragon. — me guiñó un ojo.
Iba a hablar pero Jeon me interrumpió.
— Ella ya se iba. — apretó un poco su mano en mi cintura.
— Bueno, espero verte pronto por aquí de nuevo. — metió sus manos en los bolsillos para marcharse.
— Vámonos.
JungKook tomó mi mano con fuerza pero yo lo solté con desprecio.
— ¿Qué haces? — sorprendido por lo que acababa de hacer.
— Yo me voy sola. — dije para comenzar a caminar.
Él se atravesó impidiéndome el paso.
— Claro que no, tú te vienes conmigo. — dijo con autoridad.
— No, estoy harta. Paso de ti Jeon, estoy cansada de que me controles, de que mandes en mí.
Estaba hecha una furia.
— Que te den. — le hice el corte de manga para así largarme de aquel sitio.
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— ¿Qué? ¿es una broma no? — dijo asustado Jin.
— No, los de la otra clase nos lo contaron. — se mordió las uñas con nerviosísmo Jennie.
— Estamos perdidos... los exámenes sorpresa de la Pokebola son los peores. — hizo un berrinche.
Suspiré con pesadez, también estaba preocupada debido a que los de la clase de enfrente nos contaron que la Pokebola les hizo un examen sorpresa y que seguramente a nosotros también nos lo haga.

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ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©
Fiksi PenggemarMe gustas y no logro encontrarle una explicación. Tampoco logro encontrar una buena razón para desperdiciar mi tiempo pensándote. Lo nuestro es tan imposible que hasta duele. • Historia heterosexual. • Contenido explícito, escenas y lenguaje vulgar...