ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©

𝟚𝟘.

Sin mirar hacia atrás y con la mirada puesta en el suelo huía de aquel lugar.

Me daba igual el hecho de correr con los pies desnudos y mis tacones en mano, no me importaba pisar los fríos charcos de agua.

Mi cabello estaba mojado al igual que mi vestido, mi labio inferior temblaba, me estaba congelando.

Saqué mi móvil para registrar la hora, las tres de la madrugada.

Tampoco podía llamar a nadie, me estaba quedando sin batería.

Dejé de correr para caminar con torpeza, aunque solo me hubiera tomado unas pocas copas el alcohol me suele subir bastante rápido.

Me senté sobre el banco de la parada del bus para cubrirme de la lluvia.

Miré el ennegrecido cielo, las nubes amenazaban porque la llovizna aumentara su fuerza.

Sequé mi rostro que estaba mojado por las lágrimas que había estado derramando desde que salí de allí.

Pensaba mientras observaba a los escasos automóviles pasar por delante de mí mientras aguardaba a que la manta de agua desapareciera, aunque viendo como está el clima, creo que va a ser peor.

Por suerte era una estación de autobús nocturno, solo debía esperar.

En mi pecho sentía algo extraño al igual que en mi estómago.

¿Por qué me duele tanto?

Pasé mis manos por mi húmedo pelo tratando de no alterarme, tomé aire y lo expulsé formando un poco de vapor por las bajas temperaturas.

¿Acaso me gusta JungKook?

No, no seas estúpida.

Supongo que me afectó el hecho de que me estaba empezando a caer mejor y después verlo acostarse con la chica con la cual casi genero una pelea en su departamento.

¿Por qué se estaban acostando?

Mis pensamientos y conclusiones fueron interrumpidos por la llegada del autobús.

Resoné mi nariz y me subí, le pagué al conductor y tomé asiento detrás suya en la parte de la ventanilla.

Varias gotas estaban posadas sobre el cristal con las cuales jugaba pasando mis dedos por ellas, aunque no pudiera tocarlas por el vidrio que nos separaba.

Éramos pocas las personas que estábamos, la mayoría eran de camino o volviendo del trabajo, sin embargo había una pareja que parecía haber estado en la fiesta, lo deduzco por sus vestimentas.

Ambos tenían sus manos entrelazadas y el chico besaba la mejilla de ella continuamente.

Joder, ¿por qué piensas en esas cosas?

Una vez llegamos a mi destino, me bajé.

Las luces de la casa estaban apagadas, mi padre estaba durmiendo.

Frente mi cuarto había un gran árbol donde está una casita, una casa del árbol.

Aquella que construí con mis padres cuando era niña, nos llevó mucho tiempo pero con esfuerzo y trabajo logramos terminarla.

Lo bueno era que podía pasar de la casita al balcón de mi cuarto.

Claramente no hacía eso de pequeña pero ahora tengo las piernas más largas ya puedo ir de un extremo a otro.

Mi padre me tenía prohibido subir a la casa del árbol por el hecho de que dentro de ella estaban un montón de cajas llenas de cosas de mamá. Entre ropa, accesorios, fotografías, objetos...