Los rayos del sol, llenos de alegría y pureza, atravesaban las ventanas de mi cuarto.El cielo estaba despejado, ni una sola nube intervenía en el maravilloso clima de hoy, incluso la temperatura era calurosa y eso que estamos a diecisiete de octubre.
Sentada frente a mi portátil, acompañada por mi pijama y una tableta de chocolate con pequeños y dulces trozos de naranja, esperaba a que comenzara el partido.
Sí, hoy era el gran día del partido al cual no podría asistir porque estoy castigada.
Claramente estaba molesta, me moría por pisar la arena de la playa, vestir el uniforme y jugar como nunca.
Había entrenado mucho junto con mi equipo y el hecho de no poder ir me frustraba.
Lo único que puedo hacer ahora es animar a mis amigas y desearles lo mejor.
Ahn y Jennie me mandaban mensajes de nervios los cuales respondía de inmediato tratando de calmarlas y desearles buena suerte.
También les ayudé con algunas dudas.
Miré el temporizador que se encontraba en la parte inferior de la página web, quedaban aproximadamente treinta minutos para que el directo diera comienzo.
Metí otra onza en mi boca de aquel chocolate negro con los trozos de fruta en su interior.
Es mi favorito, demasiado adictivo.
Amaba dejarlo derretirse sobre mi paladar, sentir su amargo sabor con ciertos toques dulces debido a la fruta.
Apagué el móvil y me tumbé boca arriba para mirar el blanco techo.
No podía evitar sentir un cierto vacío en mi pecho.
Cerré los ojos y suspiré.
Escuché un pequeño ruido, como si algo hubiera chocado contra mi ventana.
Le resté importancia y comí otro trozo de mi delicioso chocolate, el cual tomaba a escondidas.
No puedo comerlo al ser animadora, además de que mi padre me lo tiene completamente prohibido.
Pero nuevamente oí ese pequeño sonido.
Entonces me di cuenta de que alguien estaba tirando piedrecitas a mi ventana.
Me puse en pie para abrir esta y sacar la cabeza.
— ¿Tú? — confundida. — ¿qué haces aquí?
— No, la pregunta es, ¿qué haces tú ahí? ¿no deberías estar en el partido? — dijo el azabache apoyado sobre su coche.
Desvié la mirada.
— Estoy castigada. — solté sin más. — por llegar tarde un día a casa.
— Uy, estás hecha una rebelde. — rió bromeando.
— Si has venido a molestarme entonces lárgate.
Fue lo que dije para después alejarme y volver a tumbarme sobre la cama.
Ya estoy lo suficiente mal como para que se rían en mi cara.
— Estúpido... — murmuré.
— Oye, un respeto, ¿no?
De un salto me levanté de la cama.
— ¿¡Qué haces aquí!? — sobresaltada. — ¿¡Cómo entraste!?
— Ay Smith, eres tan despistada que olvidaste cerrar la ventana. — cerré los ojos y mordí mi labio inferior.
Mira que eres idiota. — me regañé a mí misma.

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ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©
FanfictionMe gustas y no logro encontrarle una explicación. Tampoco logro encontrar una buena razón para desperdiciar mi tiempo pensándote. Lo nuestro es tan imposible que hasta duele. • Historia heterosexual. • Contenido explícito, escenas y lenguaje vulgar...