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Soobin... — murmuré su nombre todavía con asombro.

Su boca estaba entreabierta aún sorprendido por verme, sin embargo sus labios se elevaron levemente, sonriendo.

Choi Soobin, uno de los amigos de aquel chico que conocí en el viaje de las Maldivas.

Lo recuerdo sentado en la barra charlando con JungKook. Cierto, todos ellos nos habían dicho que eran hijos de empresarios y diplomáticos, siendo también comprometidos.

Aunque no hablé mucho con él, porque en aquella fiesta estaba bastante callado y serio, al menos ya lo conocía y no era un completo desconocido.

Mi padre se dio la vuelta siguiendo la mirada de Soobin hasta mí.

— Oh, ella es mi hija. — ahora todos sus ojos estaban puestos en mí.

Aún procesando la aparición de aquel chico, quien al parecer también había teñido su anterior cabello azul en negro.

Al escuchar la voz de mi padre volví inmediatamente a la realidad, bajando las escaleras. Sentí su mirada escaneándome en todo momento, supongo que por lo que me hice en el pelo.

— ___________ Smith. — pronuncié en un tono de presentación hacia el señor Choi quien hizo una reverencia.

Claramente se sabía mi nombre, pero prefería hacerme la tonta y no tener que dar explicaciones del por qué nos conocemos.

— Encantado. — sonrió y se giró a ver a su hijo. — él es...

Fue interrumpido por el de alta estatura.

— Soy Choi Soobin. — formuló con su grave voz, agachando su cabeza y volviendo a elevarla.

Simplemente asentí, pasando mi mirada por todo su ser. Lo que más me llamaba la atención era su gran altura, alcazando seguramente el metro noventa.

Tenía unos hombros bastante anchos, aquel traje lo hacía verse con un cuerpo ejercitado.

Su rostro era muy característico, con unos pómulos y mentón pronunciados. Si me fijaba en sus labios, estos tenían una forma peculiar, el superior en forma de corazón, era más fino que el inferior.

Sus ojos eran bastante rasgados, pero sus azabaches pupilas los hacían verse algo más grandes.

Su pelo, un marrón muy oscuro, peinado hacia atrás dejando caer unos pequeños cabellos en su frente.

— Seguro que os hacéis amigos fácilmente, ambos tenéis la misma edad.

Ya... amigos.

— La cena está servida. — entró Nani en la sala, a lo que inmediatamente caminamos hacia el comedor y tomamos asiento.

Mi padre en la cabeza, yo a su lado izquierdo y el señor Choi y Soobin al otro lado, teniendo enfrente al chico.

Una vez servidos, mi padre inició una conversación con él.

— Bueno, Soobin. — manifestó para luego cortar un pedazo de carne. — ¿qué tal te va con los estudios?

ᴛʜᴇ ꜰᴀᴋᴇ ʟᴏᴠᴇ 𝐨𝐟 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲 || ᴊᴋ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora