Ella vivía ahogándose en sus amargos y tristes pensamientos. La vida de Alma cambio al conocer a su asesino, a la persona que quería matarle. Ambos vieron un hueco de luz en la oscuridad de sus frías mentes retorcidas. Poco a poco Alma fue perdiendo su lado racional hundiéndose en la oscuridad que le enseño Jeff, el asesino.