Capítulo 12: Un verano y un otoño

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 "Eres tú, eres la mariposa de invierno que había estado esperando".


—Si no me quieres a tu lado, por favor, déjame sostener tu mano hasta que te sientas listo para soltarme — dijo Jungkook, apretando la mano helada de Taehyung contra la suya, al igual que a aquellas palmas frías, Jungkook sostendría su alma hasta ...

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—Si no me quieres a tu lado, por favor, déjame sostener tu mano hasta que te sientas listo para soltarme — dijo Jungkook, apretando la mano helada de Taehyung contra la suya, al igual que a aquellas palmas frías, Jungkook sostendría su alma hasta que dejará de sentirse herida.

Pero, ¿qué había más allá de un déjame sostener tu mano? , Jungkook lo sabía, sabía que después de ese día su vida se convertiría en una montaña rusa de emociones, una a la que subiría junto a Taehyung. 

El pelinegro no lo notó sino hasta ese momento, cuando las lágrimas del castaño le causaron dolor. Estaba enamorado, se había enamorado de Taehyung, el chico de los abrigos grandes que fotografiaba mariposas de colores en el patio trasero de la universidad, el chico de cabello rizado y ojos marrones que pintaba mariposas en una libreta vieja, el mismo que tocaba el violín cada tarde a las cuatro y treinta. El chico que estaba llorando mientras lo abrazaba. 

Jungkook percibió algo extraño en el pecho, un sentimiento que apareció como un destello fuerte cuando las lágrimas del castaño hicieron a su corazón encogerse.

Entonces Jungkook sintió que el dolor de Taehyung podía ser más hiriente incluso que el dolor propio.

Sus bonitos ojos negros cristalizados veían desde atrás el cabello suave de Taehyung, que aún tenía perfume de menta, sentía que la fragancia le llenaba hasta el alma, su corazón empezó a latir con fuerza escuchándose hasta sus oídos.

No quería gritarlo, no quería lanzar las palabras al mundo, solo a Taehyung, porque era el único que le importaba en ese momento, entonces la voz de Jungkook se debilitó y sus manos temblaron mientras abrazaba por la espalda al castaño.

—Me gustas... Taehyung —suspiró sintiendo una pequeña descarga eléctrica que le recorrió todo el cuerpo, y segundos después abrió los ojos, sorprendido de sus propias palabras que hicieron eco en su cabeza.

—Me gustas —repitió Jungkook apretando el pecho del castaño, quien se removió apenas, sin decir nada.

Silencio. Solo un silencio incómodo que después se volvió frío cuando las manos del castaño soltaron a las de Jungkook.

—¿Taehyung? —masculló, apartándose. Su corazón dolió un poco al sentir el pecho vacío —, ¿no vas a decir nada? —suspiró, con una pequeña lagrima bordeándole el parpado, mezclándose antes de caer con el color oscuro del iris.

—Jungkook... —susurró Taehyung, volteándose despacio hasta quedar frente a frente con el pálido, las manos alargadas del castaño reposaron sobre sus muslos y jugueteó con los dedos haciendo círculos sobre la tela oscura del abrigo.

En Taehyung también había despertado un sentimiento nuevo, pero no esa noche, lo que el castaño sentía había cobrado vida desde el día en el columpio, el día que Jungkook le hizo gritar su nombre haciéndole sentir que no era invisible, al menos no lo era para una persona, el recuerdo de aquella tarde de primavera lo abrazaba aún con ternura. También estaba enamorado, estaba enamorado de aquellos lindos ojos negros que lo absorbían por completo cada vez que lo miraban con paciencia, una con la que nadie lo había cobijado.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora