¿Taehyung podría olvidar que su primer beso se sintió como la brisa que deja una mariposa?
Taehyung se sentía pequeño, no por las mariposas que volaban sobre su cabeza, o los enormes árboles que lo rodeaban, se sentía pequeño porque aquel era su primer beso. Y no sabía que decir o hacer después de eso, tenía un dulce rubor en las mejillas y una sonrisa pequeñita que vino acompañada de un débil suspiro.
Indefenso. Un chico de enormes abrigos que se sentía indefenso sobre lo que Jungkook podía causar en su corazón. Temeroso de los nuevos sentimientos que había encontrado.
Jungkook se dio vuelta y sostuvo la mano de Taehyung, mirándolo con paciencia, con dulzura, quién sea que lo viese jurase que el brillo de sus ojos llevaba más magia que aquellas mariposas.
—Estás desordenado todo —suspiró Taehyung, acariciando la mejilla pálida del azabache —, pero... no sé por qué quiero que lo hagas -completó el castaño relamiendo sus labios, sin atreverse a levantar la mirada, que ahora estaba escondida en las finas hebras de cabello rizado.
Todos dicen que la vida es como una montaña rusa, donde a veces miras el mundo desde lo alto y otras caes dejando que el mundo te aplaste.
Taehyung ahora estaba abajo, muy abajo, cuando el mareo que lo visitaba volvió a aparecer, nublando su vista y haciendo que un pitido se apoderará de sus oídos. El castaño sintió que todo a su alrededor daba vueltas, las ramas de los árboles que se veían a varios metros de distancia podía sentirlas como si rozaran sus mejillas, sus piernas se tropezaron cuando intentó dar un paso. Al estar a punto de caer llevó sus manos hasta su frente para aliviar el dolor.
—Taehyung —tartamudeó Jungkook con labios temblorosos —. ¿Has tomado tus medicamentos?
El pelinegro palideció cuando vio el cuerpo del castaño perder energía y sujetó a Taehyung por la cintura, tomándolo con delicadeza para que el castaño no se desmoronara, el cuerpo delgado de Taehyung soltaba una respiración bajita, su cintura era fina aun con la sudadera y el pesado abrigo, podía delinearse estrecha gracias a ella Jungkook pudo abrazarlo mejor.
—Sostente de mí —susurró.
Taehyung dejó que su cuerpo reposará en el pecho de Jungkook, sus mejillas estaban pegadas al corazón del pelinegro. Cerró los ojos intentando que aquel mareo se detuviera. Y respiró hondo sin dejar de apoyarse en el azabache.
—Mierda —masculló el castaño cuando todo empezó a moverse de nuevo —, sentarme —dijo hablando entre dientes —. Jungkook... necesito sentarme.
El pelinegro apretó más la cintura de Taehyung y doblando fuerzas fue capaz de llevar al castaño hasta el tronco de un árbol cortado. Dónde fue soltándolo despacio como un delicado recuerdo de cristal. Él se aferró a la chaqueta de Jungkook y dejó de nuevo que sus mejillas se apoyaran en el pecho del azabache.
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The flight of butterflies [KTH-JJK]
Fanfiction¿Has sentido la suave brisa que deja una mariposa al volar? La muerte de la madre de Taehyung le enseñaría lo precioso del silencio, desde ese día se esconde en sus grandes abrigos o en el sonido de su violín. Jungkook quien quería que el mundo cami...