Capítulo 15: Entre violines y aplausos

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"Ahora estaba luchando con la pesadilla que había salido de sus sueños". 

¿Qué era la extraña sensación que Jungkook tenía debajo sus palmas?

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¿Qué era la extraña sensación que Jungkook tenía debajo sus palmas?

Una superficie lisa y fuerte para nada similar a la textura de las sábanas. El pelinegro fue abriendo los ojos despacio, y apretó los dedos, su vista borrosa le dejó ver apenas la seda de color vino bajo sus manos. Dio un pequeño brinco cuando notó que había pasado la madrugada sobre el pecho de Taehyung, como su almohada. 

El castaño rodeaba la espalda del azabache con el brazo, protegiéndolo como un nido.

Jungkook no pudo moverse por la distancia nula que había entre ambos, tenía su espalda tibia. Nunca después de la muerte de su madre se había sentido tan protegido al dormir como en ese momento, el aroma a menta se percibía todavía. El pálido levantó la mirada despacito, y al hacerlo se topó con el fino y delineado rostro de Taehyung. Dormido. 

Los labios canela cerrados, sus medianas pestañas descansando sobre sus párpados y una frágil expresión serena, los rizos esponjados del castaño descansaban cayendo al costado de la almohada.

Taehyung era bonito bajo la luz de la mañana, pero era aún más lindo en la oscuridad, ya que era el brillo que Jungkook necesitaba para salir de sus pesadillas que aún despierto lo perseguían.

Jungkook vio al castaño por cinco minutos hasta que el contrario fue separando los parpados de par en par, dejándole ver por primera vez en la mañana sus oscuros y adormilados ojos marrones que todavía se entrecerraban.

—Buenos días —balbuceó Taehyung, bostezando.

—Buenos días —titubeó Jungkook, apartándose del pecho del castaño para regresar al costado izquierdo de la cama.

—Debo irme antes —susurró Taehyung pasando las manos entre sus despeinados rizos —, tengo práctica desde las diez de la mañana —comentó soltando un suspiro al restregar su rostro.

—¿Trajiste tu violín ayer en la noche? —cuestionó Jungkook mirando de lado al castaño.

—No —bostezó, cubriendo su boca—, cuando tengo prácticas intensivas lo dejo en el salón.

—¿Hoy tienes el mismo horario? —interrumpió Jungkook. Encogiéndose de hombros continuó —, ¿puedo buscarte ahí?

—No, Jeon —contestó con voz baja y cansada—, inicio a las diez de la mañana y termino a las siete, no esperes por mí en la tarde, ¿está bien? —pidió, lanzándose hacia el costado para apretar las pálidas mejillas del azabache. Jungkook se encogió al sentir las palmas frías sobre su piel.

—Prepararé el desayune antes de que te marches —dijo Jungkook. Taehyung negó moviendo la cabeza.

—Debo ir a casa antes de que papá despierte —contó, con la preciosa sonrisa rectangular que Jungkook adoraba.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora