Capítulo 29: Veinte

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Era el perfume, ese perfume de lavanda que le traía recuerdos

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Era el perfume, ese perfume de lavanda que le traía recuerdos. Memorias muy borrosas de lo que había pasado el día que su madre empezó a olvidar. Solo hasta cuando Taehyung pudo percibir el aroma de cerca, la gorra de lana negra, solo hasta ese entonces pudo recordar.

El niño lindo de los ojos negros.

15 de abril 1996

—¿Por qué estás llorando?

Taehyung escuchó una voz bajita, pero de aquellas que tienen un tono alegre, llegando por detrás de la espalda. Dudó un momento en voltearse, pero hipando, con la manga del suéter amarillo medio húmeda por las lágrimas que secaba, decidió cubrirse los labios y dar media vuelta.

—Los niños no lloran —le interrumpió un pequeño, más bajito, de piel pálida y cabello negro —. Así que no tienes que llorar —le dijo él. Acercándose para darle una palmadita en el hombro.

—¿Quién te ha dicho que los niños no lloran? —preguntó un tímido Taehyung, limpiando sus ojos con el borde del suéter amarillo. Con un puchero en sus labios, empapados de saliva y quizá un poco de lágrimas en ellos.

—Papá —respondió el otro, guardando sus manos en el abultado abrigo azul —. Papá dice que los niños no deben llorar —respondió, ahora con voz bajita, mirando como la punta de sus tenis blancos se había ensuciado.

Taehyung lo miró y el aroma que el niño soltó cuando se agachó para atarse los cordones del zapato, le llegó hasta la nariz. Lavanda con un poco de menta.

—¡Vamos dime por qué estabas llorando! —le pidió el niño, bajando sus hombros mientras inclinaba la cabeza a un costado, y una sonrisita pequeña apareció. Taehyung apenas podía ver los dientes del otro.

—Mi... mi mamá y yo no podemos regresar a casa —balbuceó entre dientes. De nuevo con los ojos empañados —. Pa-parece que va a llover y... y mamá no puede mojarse... ella trajo su vestido favorito —susurró Taehyung, moviendo sus dedos entre ellos por delante —. Mamá no puede mojarse cuando trae su vestido favorito.

—Oh —soltó Jungkook. Separando sus labios con tristeza y su voz se volvió un poquito rasposa —. Puedo decirle a mamá que me preste dinero... podrían regresar a casa con dinero para un taxi —propuso el más pálido.

Taehyung negó apretando los labios, solamente sus mejillas pequeñitas sobresalieron, y su alborotado cabello rizado se meció con lentitud.

—¿Qué? —interrumpió el niño pálido de nuevo, con las manos sobre sus muslos. Tenía las piernas ligeramente flexionadas para poder agacharse y mirar el rostro del niño de piel canela que estaba escondido entre los rizos que le caían sobre la frente, y las mangas del suéter amarillo —. No puedo ayudarte si no me dices que te pasa —protestó el pálido, dando un golpecito en sus piernas.

Silencio de nuevo.

—Estoy llamando a Tierra... Tierra llamando a luna —sonrió el pelinegro.

Y Taehyung no tuvo más remedio que levantar el rostro y mirarlo a los ojos.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora