Capítulo 3: Sin condiciones pt.1

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«Mamá solía decir que cuando no encuentras tu destino, el te encuentra a ti».

«Maldita sea Jungkook, ¿quieres una lesión en la espalda además de una costilla rota?» gruñó cuando al presionar por error en el costado izquierdo del abdomen sintió un ardor insoportable

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«Maldita sea Jungkook, ¿quieres una lesión en la espalda además de una costilla rota?» gruñó cuando al presionar por error en el costado izquierdo del abdomen sintió un ardor insoportable. «No puedes dejarlo como si nada» se reprendió mirando al chico en la acera. «No puedes dejarlo en medio de la lluvia». Apretó los ojos y caminando a rastras fue hasta él.

No importaba que la sudadera blanca y el pantalón de mezclilla roto se empaparan o que sus mejillas se pusieran heladas.

«Aquí vamos» se quejó inhalando aire mientras se ponía de rodillas.

"Uno, dos... tres"

Retiró el cabello negro que le caía frente a los ojos y acomodando al chico lo sentó en su propio regazo. Arrastrando sus rodillas en el piso se acercó hasta que su espalda dio con el pecho del contrario. Tambaleó un poco mientras se ponía de pie al mismo tiempo que elevaba el cuerpo del débil chico. El dolor de espalda lo mataría mañana. Por delante sujetaba las muñecas ajenas. Tomó avergonzado las piernas del contrario para pegarlas alrededor de la cintura.

La respiración del contrario en su nuca era fría, y el cabello húmedo le picaba.

Jungkook se animó a dar los primeros pasos, dando un saltito para acomodar al contrario en su espalda, entonces escuchó su cintura tronar.

«Era cálido» se dijo. El pecho del chico era cálido y le daba cobijo a su espalda.

El departamento quedaba a quince minutos o un poco más, alejado del callejón. Jungkook no estaba seguro si lo que escurría por su frente eran gotas de lluvia, sudor o sangre. Aun así continuó.

«Falta poco, Jungkook falta poco» se consoló reacomodando al chico de vez en cuando.

El pelinegro pudo respirar cuando estuvo frente a la puerta del estrecho departamento. Estiró la mano lo más que pudo para alcanzar el bolsillo del pantalón y sacar la llave. Después se apegó demasiado a la puerta haciendo que las rodillas del chico chocarán contra la madera.

Estaba en casa, alrededor de las ocho y cuarenta de la noche.

No tenía mucho.

Habitaciones estrechas, pocos muebles, una cocina muy desordenada y una sola recamara con la cama hecha un completo desastre. No era lo suyo ordenar, «¿por qué se vería en la necesidad de limpiar si no tenía visitas de todas formas?»

Cuando el chico sobre su espalda despertase se aterraría del lugar desordenado. El dormitorio era la única habitación «ordenada» que tenía. Jungkook dejó el cuerpo inconsciente sobre la cama de mantas azules y acolchada, apoyó las pocas almohadas que tenía a los costados y después las acomodó bajo la cabeza del chico de piel canela.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora