"Intenté salvar a mamá de mis pesadillas, pero no pude hacerlo.
Solo espero proteger a Taehyung".Era lo único que cabía dentro de la mente de Jungkook, cada paso hacía que su corazón se sintiera pequeño, más pesado y el nudo en la garganta se negaba a irse.
"¿Debería alejarlo lo suficiente para qué mis pesadillas no puedan alcanzarlo?"
Pero si en realidad quería apartarse, ¿por qué su corazón seguía llevándolo hasta Taehyung?
Jungkook no lo sabía.
Odiaba caminar solo y en silencio, porque en esos momentos podía escuchar su voz, reprochando cosas en su mente. Recuerdos dolorosos que le hacían sentir culpa sin siquiera merecerla.
Las calles fueron quedando atrás, una tras otra, sus pies se detuvieron cuando contó exactamente seis cuadras, despeinó su suave cabello negro, pasando los dedos entre las finas hebras y volteó la cabeza hacia los costados, buscando la puerta de manera recién pintada.
Cinco minutos para las dos de la tarde en punto.
El vecindario de Taehyung a diferencia del de Jungkook, era grande, casas de hasta tres y cuatro pisos con bonitos jardines y enormes portones de los que se asomaban ramas de altos rosales. Todos los departamentos tenían una gigante puerta de metal a excepción de una casa de dos pisos de color beige combinada con marrón y en su entrada, la desgastada puerta de madera recién pintada.
Jungkook había llegado.
Un presentimiento dentro de su corazón lo decía. Miró la fachada de la casa y la alarma en su celular empezó a vibrar, recordándole que ya eran las dos en punto.
Apretó los puños antes de golpear la puerta.
Se sentía estúpido, ¿cómo podría escucharse sus débiles golpes hasta el interior de esa enorme casa? Inhaló hondo hasta que logró armarse de valor y aunque su mano tenía pequeños espasmos mientras subía, pudo soltar el primer golpe que sonó bajito, pero después fue acompañado de un segundo que apenas se escuchó, solo el último pudo resonar en alto.
Jungkook llevó su cabeza hasta atrás, dejando que el destello de sol le iluminara el rostro, soltó el aire aliviado y al regresar la atención al frente.
La puerta se abrió haciendo un chirrido agudo.
Ahí estaba, el señor Kim.
El mismo hombre con quien se había topado en el hospital. El anciano de apariencia descuidada y grandes ojeras cayendo bajo sus parpados. Vestía un suéter de lana blanco tejido, un pantalón de tela marrón y unos cómodos zapatos de charol.
Jungkook se detuvo un segundo, al ver el gran parecido del hombre con el castaño. Los mismos labios de Taehyung en color y forma, pero con una sonrisa distinta a la que el castaño tenía.
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The flight of butterflies [KTH-JJK]
Fanfiction¿Has sentido la suave brisa que deja una mariposa al volar? La muerte de la madre de Taehyung le enseñaría lo precioso del silencio, desde ese día se esconde en sus grandes abrigos o en el sonido de su violín. Jungkook quien quería que el mundo cami...