Capítulo 13: Delfín

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"Al final de día terminamos siendo quienes fuimos salvados".

—Un verano y un otoño —susurró Jungkook cuando dejó de divagar entre sus pensamientos y estuvo de vuelta en su habitación

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—Un verano y un otoño —susurró Jungkook cuando dejó de divagar entre sus pensamientos y estuvo de vuelta en su habitación.Su lindo atuendo de color negro pegado al cuerpo había cambiado para vestir ahora una cómoda sudadera holgada y pantalones deportivos anchos con pantuflas afelpadas de color blanco. 

El timbre de la puerta se escuchó "debe ser la pizza que ordené" pensó Jungkook, levantándose apresurado de la cama, caminando con pequeños saltos en busca de la billetera que escondía en la cocina, detrás del microondas, la tomó y con la misma velocidad fue a abrir la puerta.

—Gracias —dijo Jungkook hurgando en el bolsillo del monedero buscando el dinero, al encontrar el billete más bajo lo sacó, entonces al elevar el rostro sus labios se entreabrieron y su mano fue de vuelta a la billetera.

—¿Tú? —pronunció alargando la última vocal. Sintió escalofríos en todo el cuerpo —. ¿Qué estás haciendo aquí Taehyung?, ¿sucedió algo malo? —preguntó agitado.

—¿Puedo pasar, Jeon?

Jungkook asintió con la cabeza, retrocediendo a un costado para que Taehyung entrará sin incomodarse por el estrecho pasillo.

—¿Nunca limpias? —preguntó Taehyung con una risita al encontrar ropa tirada en el piso.

—Cada fin de mes —explicó Jungkook revolviendo su cabello mientras caminaba atrás del castaño. Taehyung no se quitaba el abrigo durante las calurosas mañanas de verano, menos lo haría en la noche.

Jungkook había elegido un abrigo en especial y aunque todos lucían bien en Taehyung, su abrigo de color ocre que le llegaba hasta las rodillas, el mismo que utilizó el día que fueron a la olvidada quebrada, se había convertido en el favorito del pálido. No por el color o el corte complicado, sino por el recuerdo de Taehyung bajo la luz de la fogata tocando y bailando con torpeza, eso era lo que lo hacía especial, porque era el primer brillo de felicidad que Jungkook contemplaba en Taehyung.

La puerta al costado del dormitorio de Jungkook, llevaba a una estrecha sala, con un librero alto de madera y un sofá largo de tres asientos, una pequeña mesa entre la televisión y el sofá y una  planta de menta en la ventana. El pelinegro encaminó al castaño hasta esa habitación, que era la más ordenada.

—¿Por qué viniste? —bromeó Jungkook sentándose con las piernas separadas en medio del sofá.

—Quiero ir a tu habitación —ordenó Taehyung, llevando hasta su pecho una envoltura que halaba entre sus manos. Jungkook abrió los ojos al mismo tiempo que sus delgados labios, y se levantó del sofá con las mejillas ardiendo.

—Puedes pasar —dijo Jungkook, abriendo la puerta despacio. El pelinegro se detuvo un momento, y contempló desde tres pasos detrás, los rizos desordenados del castaño que le caían ligeros atrás de la nuca y sobre la frente.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora