Capítulo 1: La libreta de pasta celeste

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«¿Podrías ser una mariposa y volar en mi cielo para siempre?»

¿Te has sentido pequeño a veces? Tan pequeño como una mariposa, recorriendo torpemente el camino que parece ser tan inmenso e interminable como el cielo

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¿Te has sentido pequeño a veces? Tan pequeño como una mariposa, recorriendo torpemente el camino que parece ser tan inmenso e interminable como el cielo. Me pregunto sobre la historia que tienes dibujada en tus alas. Aquellos recuerdos que conservas elevándolos hasta lo alto del cielo en uno de tus tantos vuelos, pero que otra persona ha olvidado.

Taehyung llevaba sobre sus alas el recuerdo de aquella tarde en el festival de las mariposas, el día en que su corazón latió con fuerza al sentirse pequeño.

Un 15 de abril de 1996.

Sostenía la mano de su madre y aunque era cálida también era un poco áspera, aun así Taehyung no se apartó de aquel cobijo, de aquel dulce aroma de margaritas, pero su mente se encontraba lejos, divagando, hipnotizado por el color de las alas de las mariposas que se mezclaban entre los arbustos. Sus ojos marrones se iluminaron con alegría cuando alcanzaba a distinguirlas entre las hojas frescas.

El festival de las mariposas de Hampyeong se celebra durante los meses de marzo y abril, en cada primavera. Las mariposas pueden hipnotizarte desde el primer segundo que plasmas tu mirada sobre ellas pero, ¿alguna vez te detuviste a mirar cómo los ojos de un niño se iluminan por el simple aletear de sus alas?

Los ojos de Taehyung eran oscuros, pero en ese momento brillaban como una gota de agua pendiendo de una rama.

Su cabello rizado y suave lo hacía lucir pequeño vistiendo sus pantalones bombachos de color azul marino y un suéter amarillo pálido, que le quedaba una talla más grande, su dulce rostro canela traía esbozada una inocente sonrisa rectangular. 

Era la primera vez que veía a tantas mariposas volar juntas, su cabecita giraba de un lado a otro, buscando las mágicas y suaves alas anaranjadas que confundía entre los árboles, después seguía las delicadas alas blancas que se ocultaban entre las margaritas o resaltaban sobre las rosas rojas.

«Son bonitas» lo sabía pero no se atrevió a decirlo.

Un niño de pocos amigos y palabras, así era Taehyung.

Desde niño vivía enamorado del silencio.

«Quedense quietas» balbuceó para sí mismo arrugando el ceño cuando las perdía de vista, «solo por un ratito» susurraba, se levantaba de vez en cuando sobre la punta de sus tenis blancos intentando buscar alas de diferentes colores. No halló una, sino varias, de color azul, amarillo e incluso negro.

Pero a Taehyung no le gustaba las alas negras.

«Lucen tristes».

Aun con aquellos colores fríos, ante sus ojos veía un pequeño arcoíris pintarse en el cielo. Un pequeño arcoíris desordenado que alegraba su corazón.

Un arcoíris que le hacía sonreír mientras sostenía la mano de su madre, Deiji, la mujer de esbelta silueta, que prefería peinar su cabello en una media trenza para dejar suelto lo que sobraba, y un delgado mechón que pasaba por sus cejas no tan pobladas pero definidas.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora