"Por favor no me mires" deseaba Taehyung.
"Por favor mírame" deseaba Jungkook.
"Taehyung sin duda no era fácil de alcanzar" meditó el azabache mirando de lado el abrigo marrón del castaño.
Una, dos, tres y después cuatro cafeterías fueron quedando atrás, Jungkook dibujaba en su mente signos que le ayuden a entender el comportamiento extraño de Taehyung, "¿cómo alguien tan intimidante no puede siquiera levantar la mirada?" pensaba mientras veía la punta de sus pies, caminando sin saber a dónde iba, evadía charcos de agua porque el castaño iba por el costado, Jungkook en realidad quería saltar en ellos, pero permaneció pegado a Taehyung y sentía su calidez al igual que sus hombros temblorosos, gracias al viento frío que soplaba en sus mejillas, el perfume de menta que utilizaba el castaño le llegó hasta la nariz y eso junto a la lluvia le hizo estornudar más de tres veces. Podía ver su propio aliento mezclado en el aire.
Se removió para cubrir su cabeza con la capucha de la sudadera negra y proteger sus enrojecidas orejas. Tenía las manos frías, tan heladas como las manos de Taehyung. No estaba seguro si su ropa conservaba aún el perfume de lavanda que utilizaba o sí tenía aroma a café mezclado con lluvia y un poco del perfume de menta del castaño.
Caminando bajo la sombrilla de Taehyung, a Jungkook no le importó cuanto tardasen o a qué lugar irían, sólo quería seguir caminando junto al castaño, sin importar que no escuchará su voz y únicamente pudiera oír su propio corazón latiendo acelerado cerca de sus orejas acompañado del bajo aliento de Taehyung quien ocultaba su barbilla en la bufanda.
Jungkook siempre tenía curiosidad, conocía el vecindario y sus alrededores como la palma de su mano, pero después de una hora de caminata y cuando su aliento se volvió tibio gracias al cansancio notó que en realidad no había ido a todos. Que había algo más pasando los lotes baldíos que nunca se atrevió a cruzar.
Árboles grandes, algunos muy unidos y otros separados le hicieron sonreír, quería correr por cada uno y rodearlos en zigzag, pero odiaba lucir como un niño ante los ojos de todos, elevó la mirada al cielo y notó que la lluvia se había detenido, sin embargo; lucía gris y oscuro. Jungkook dejó de sentir aquella calidez cerca de su brazo, Taehyung se separó para sacudir la sombrilla y escurrir las gotas que caían y después la envolvió, caminó unos pasos y la utilizó como bastón para apoyarse.
El castaño tomó el paso primero y la sonrisa juguetona en el rostro de Jungkook no desaparecía. Sus ojos negros se iluminaron, más brillantes que el nublado cielo, Taehyung evadió la mirada hacia la punta de sus zapatos de nuevo, sujetaba con un brazo la libreta y con el otro la sombrilla. Pisando con firmeza la hierba crecida, abriéndose paso entre los arbustos.
Después de caminar treinta minutos extras habían llegado a una quebrada, durante todo el camino, Taehyung no levantó la vista hacia Jungkook o sus lindos ojos negros, la mantuvo en su mano o en la punta de los zapatos. El castaño fue el primero en dar un paso resbalándose por la pendiente, desgarrando bajo sus zapatos la hierba que le llegaba hasta los tobillos. Taehyung conocía el 'pequeño bosque' de memoria, sabía dónde tenía que poner el pie para no caer, sabía de qué árbol podía sujetarse y también dónde acampar, conocía cada rincón, y por otro lado estaba Jungkook luchando con valentía para no tropezar entre la maleza. Taehyung de vez en cuando regresaba la atención a Jungkook, para ver no más arriba de las rodillas y asegurarse de que él estuviera bien.
ESTÁS LEYENDO
The flight of butterflies [KTH-JJK]
Fanfiction¿Has sentido la suave brisa que deja una mariposa al volar? La muerte de la madre de Taehyung le enseñaría lo precioso del silencio, desde ese día se esconde en sus grandes abrigos o en el sonido de su violín. Jungkook quien quería que el mundo cami...