Capítulo 18: Monarca

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Jungkook era ese rayo de luz que Taehyung necesitaba y sin saber estaba buscando.

La pintura de las alas en aquella mariposa, todavía estaba fresca, aún escurría desde lo alto y se deslizaba por la pared, como lágrimas de colores

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La pintura de las alas en aquella mariposa, todavía estaba fresca, aún escurría desde lo alto y se deslizaba por la pared, como lágrimas de colores.

En ese momento, Taehyung notó que incluso en el dolor de unas alas rotas, había belleza.

Que en la amargura de sus recuerdos todavía podía encontrar un poco de alegría.

El tiempo había pasado riéndose en su cara. Estaba en la habitación de pinturas. Solo, con la espalda apoyada en la ventana al costado de aquella mariposa.

Tres de la madrugada. Domingo 8 de julio del 2016.

Jungkook se había marchado a las siete de la noche. Sin cenar, con la ropa embarrada de pintura.

Aquella imagen se había grabado en la mente del castaño, y al recordar el rostro del pálido, sonriente, travieso pero a la vez inocente, no pudo evitar soltar un suspiro y giró su cabeza al costado.

Se topó con la mariposa de alas derretidas, estaba terminada pero Taehyung tenía un vacío en el pecho.

Entonces sus piernas perdieron el equilibrio, quizá por el mareo repentino que lo visitaba o quizá por la fuerza que había perdido en el corazón. No lo sabía. Taehyung solo se vio a sí mismo rendido en el piso, abrazando sus rodillas mientras lloraba, hundiendo su frente entre ellas para intentar calmar las lágrimas.

Pero era en vano.

Cuán doloroso se sentía estar de regreso en la habitación después de cumplirse un poco más de tres meses de la muerte de mamá.

Taehyung estaba solo, sin aquella sonrisa rectangular que era tan similar a la suya.

Sin la sonrisa de mamá.

Renunciaría a todo para poder tocarte, porque sé que de alguna manera puedes sentirme —sollozó, limpiando la punta de su nariz.

Su espalda dolía por el frío de la madrugada y su cadera por el incómodo piso. Taehyung apoyó sus manos contra la pared, fue impulsándose hasta quedar de pie. Sus piernas temblaron antes de dar un paso, entonces abrió y cerró los ojos con fuerza para frenar aquel mareo.

Se alejó, deteniéndose frente a la mariposa.

Dirigió una mirada triste a la pintura que estaba detrás.

Sonrío con dolor pasando saliva por su garganta seca. Su mano fue acercándose hacia la pared, despacio, como si estuviera a punto de tocar el tesoro más valioso del mundo pero a la vez el más frágil.

Cuando sus yemas rozaron con la pintura Taehyung apretó los ojos.

—Tú eres esta mariposa, mamá —musitó—, es tiempo de dejarte volar —habló con voz bajita, casi para sí mismo.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora