Resident Evil: Carlos Oliveira | Medidas extremas

2K 96 54
                                    

Canción-OST: "That's All for Now" de Beach Fossils.

Tiempo estándar de lectura: 00:07:44

Palabras: 1638.

*******

Era un sobreesfuerzo terrible lo que intentabas hacer. Nunca te había pasado, jamás, durante mucho tiempo. Ni en las reservas, ni en tus locuras, ni en tus pesadillas, ni en ningún lugar más. Pero ahora, justo ahora, cuando debías estar más a las vivas, es cuando sientes como el intermitente dolor sube por todo tu (c/p) abdomen y con un vil pedazo de tela haciendo de torniquete para evitar la pérdida masiva de sangre que comenzaba a marearte.

No querías morir, no así. Y menos en esa situación. No querías morir en una ciudad infestada de zombis y, más aún, delante de aquel individuo.

Si de por sí soportar a su superior, Nikolai, o una de las que apareció con él, Jill, ya te traía problemas.

—¡Maldita sea!

Sus manos, en la tranquilidad, reemplazaron a las tuyas que se ocupaban de la herida y empujaron hacia abajo con más fuerza para intentar hacer más lento el flujo de sangre.

—Carajo... ¡Con cuidado! —Añadiste con molestia.

Ver su piel morena, su cuerpo formado, sus manos grandes y su cercanía te hacía estremecer. Más aun, no querías que él te tocara por cómo eras por miedo de alejarlo más, mucho más.

—Lo lamento, pero ya sabes cómo es esto. Tenemos que detener el sangrado.

—No fue esto para lo que fui entrenado, ¿Sabes, Carlos?

No hablaste más, dado que no querías parecer un idiota para el hombre atractivo que te estaba salvando la vida. Por ahora, te concentraste en mantener tu respiración en la frecuencia adecuada. Dentro, aguanta y fuera. Dentro, aguanta y fuera.

Levantaste tu camisa ante él. Tu abdomen imperfecto fue visto por él, cosa que no querías por ningún motivo. No quisiste ni ver la herida pensando en lo que iba a pasar a continuación.

Su mano se detuvo justo encima de la herida y, al mirarla, se estremeció. No se veía para nada bien. Ya ibas a comenzar a perder mucha sangre y no iba a detenerse pronto. Necesitaba encontrar una forma de detener la hemorragia y rápido.

Un recuerdo de sus días en la guerrilla se hizo presente, de muchos años antes de que fuera reclutado por la Corporación Umbrella. Un procedimiento bastante drástico, solo para usarse en circunstancias extremas como esta.

Localizó un incendio cercano a su refugio improvisado. Eso funcionaría para una fuente de calor. Ahora todo lo que necesitaba era algo de metal. Sacó su cuchillo, todavía brillante y sin usar.

—Carlos... Déjame morir aquí...

—Eso no va a pasar, niño —trago saliva y continuó al exhalar—. ¿Qué tanto aguantas el dolor?

—¿Por qué?

—Tengo que cauterizar tu herida.

—Mejor déjame morir aquí... Sí, mejor déjame morir...

El mero pensamiento de lo que iba a pasar te hacía marear. Tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas, lo sabías. Al igual que él venías del otro lado del muro que cruzaba el río, y también hablabas un idioma parecido al suyo. Carlos localizó un pañuelo cercano a ustedes y lo enrolló.

—Muerde esto... ¡Rápido!

Lo miraste con miedo mientras comenzaste a marearte.

—Ay, cómo dicen en (t/p)... —Exclamas mientras cierras los ojos—. Al mal paso darle prisa.

PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora