The Legend of Zelda: Link | Breath of the Wild | Exploradores

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Canción-OST: "Lenguas de Fuego en el Cielo" de Él Mató A Un Policía Motorizado.

Tiempo estándar de lectura: 00:05:10

Palabras: 1059.

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Él ponía las órdenes, aún sin mostrarlo del todo. Pero tú entendías. Y las seguías, no solo por el hecho de que era lo que tenía que ser para asegurar la paz y el destino, sino también por el hecho de que querías disfrutar cada momento con él.

El viaje de camino hacia las Montañas le era conocido a Link, y por ende no dudó en llevarte con él. Más allá del apoyo, de la logística, del soporte...

Era una confianza mutua.

Pero esa confianza también producía un problema dentro de los pensamientos del héroe. Link entendía que estaban en una misión potencialmente peligrosa, muy a las afueras de la Villa Rito, muy lejos de los exploradores ocasionales, y se sintió preocupado también por tu bienestar.

—Link... Link... ¿Te sientes bien?

Era algo mutuo. Lo miraste. Su piel blanca, sus cabellos rubios, sus profundos ojos azules, su porte trabajado por todas las aventuras que ha hecho y en las que le has acompañado. Tus palabras lo hicieron regresar a la realidad.

Respondió que sí, que todo estaba bien, que solo eran un par de pensamientos vacíos. Se sintió tranquilo al verte y suspiró. Sus ojos se movieron de un lado a otro en un intento de sentirse seguro.

—Me pregunto cuánto tiempo más estaremos aquí —añadiste—. Hemos recorrido este camino por un largo tiempo y no quiero que nos perdamos.

Link se dio un tiempo para descansar mientras luchabas para evitar que el mapa volara de tus manos. Aun así, como con otras muchas adversidades que habían pasado juntos, no sucedió y pudiste señalar el camino al que debían acudir.

Continuaron el camino mientras que Link, de nuevo, volvía a tomar la delantera con el mapa. Te hizo acercarte hacia el rumbo de la montaña en un intento de que no sucediera nada.

Había rumores de avalanchas y de grupos de ladrones que se hacían pasar por exploradores. Por un instante pensaste que Link estaba más preocupado y sobreprotector por la cuestión. Querías saber qué cosas pasaban por su mente, pero no era el momento para ello.

Por un instante recordaste donde volvían a estar, las montañas de la región de Hebra. Era más que obvio que Link debía estar seguro de cada uno de sus movimientos y tú también, pero quisiste soñar aunque fuera un momento, uno solo.

Si fuera la estepa de Hebra, un lugar rodeado de algunos árboles, ajenjos y ranúnculos, en camino hacia el terreno nevado de las montañas.

Y soñaste, aun sin perder el camino y sin perder de vista a Link.

Aun así es un lugar lleno de vida, Mientras caminas, la sinfonía de las criaturas rodean su viaje, hormigueando tu delicado sentido del oído. El viento chocando contra las plantas y la hierba, sus pies contra el suelo de la estepa.

Sin embargo, a pesar de todo el movimiento que pudiera haber, los animales se acomodan en camino para pasar la noche. Jurarías escuchar el viento a través de las copas de los árboles, el murmullo del arroyo, te sientes muy solo.

Incluso aún con su compañía.

No sabes y nunca has sabido que lo están siguiendo. Los peligros cada vez son más y solo piensas en hacer todo lo posible para dejarlo bien, deseas velar por él tal y como, sin saberlo, Link lo hace por ti, a pesar de la inconveniencia de tener que caminar por la estepa para continuar con el destino. Es silencioso, sigiloso y mantiene la distancia de tal manera que nunca sospechas nada.

Por fin ha llegado la noche.

Tomas un respiro, la noche cubriendo la tierra con su manto de estrellas y planetas distantes; admirando esta serenidad que los dos han encontrado. Piensas en el deseo de compartir esto con alguien, pero que sea solo él. Que sea Link porque piensas que si fuera alguien más no entendería que un momento como este tiene una magia única.

Por un instante solo te quedas pensando en él.

Y luego las típicas preguntas de la noche.

—¿Tienes hambre?

Asiente. Los dos engullen de lo que preparas con el fuego improvisado cerca de donde, será, su lecho para dormir.

—Lo bueno es que trajimos ropa de frío, Link.

Las noches frías se acrecentaban y te hacían sentir un poco más apenado. Link no parece perder el porte, al contrario, parece tan concentrado hasta en cuidarte. Pero, ¿Cómo es que lo logra?

Él se cuestiona del por qué lo miras con tanto detenimiento, solo te sueltas de hombros. Ya mañana seguirá la travesía.

Arma la larga tienda y los dos se quedan un momento dentro, con una pequeña linterna de aceite justo cuando han apagado el fuego, buscando recuperar el calor para no morir de frío en la noche. Link saca un tablero de ajedrez y juegan, después, en lo que intenta conciliar el sueño dentro de su bolsa de dormir. Lo observas acostado, mirando hacia arriba, mientras escribes la bitácora de viaje.

—Link...

Aún no se duerme.

—¿Te gusta lo que hacemos?

Con dificultad pero aun consciente antes de dormir, asiente. Profundiza en ello. Ya no quieres seguir molestándolo, bueno o al menos eso piensas, y decides dejar hasta ahí la escritura. Mañana será otro día.

—Link... ¿Te gusta acampar?

Asiente finalmente. Apagas la lámpara, el fuego y guardas tus cosas. Antes, si quiera, volver a grabar en tu mente cada uno de los rasgos de su cara y su cuerpo, cubierto por la bolsa de dormir.

Te metes a tu saco de dormir y esperas por conciliar el sueño. Dado el tamaño de la tienda de campaña, las bolsas de ambos están juntas. Link ya se ha dormido profundamente mientras que tú esperas a conciliar el sueño. Por un momento, volteas hacia donde él.

Quizá es por inercia de su sueño pero hace algo. Sus brazos se extienden hacia ti, en un intento de que te acerques. Querías estar cerca de él pero consciente, aunque así no dejarías la oportunidad.

Te acercas paulatinamente más y duermes cerca de él, pero a una distancia prudente. Tras unos segundos de cercanía prudente Link te abraza como si supiera lo que hiciste, te sonrojas al sentirlo. Decides voltear hacia dónde está y respondes a su abrazo.

—Te quiero mucho, mi fantástico héroe de Hyrule —dices para ti.

O al menos eso crees. Y por fin puedes conciliar el sueño.

PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora