PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

Final Fantasy VII: Cloud Strife | Algo que salió mal

Canción-OST: "Together" de Midnight Generation.

Tiempo estándar de lectura: 00:05:52

Palabras: 1241.

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Realmente no tenías idea de cómo los dos terminaron aquí, en esta pequeña cueva justo afuera de los barrios bajos del Sector Siete. Todo lo que entendiste era que Cloud Strife y tú habían intentado escapar de una especie de monstruos que habían escapado de los laboratorios secretos de Shinra.

¿Eran perros? ¿Eran lobos? No lo sabían, pero lo que si supieron era que debían actuar pronto antes de pensar en siquiera doblegarse ante aquellas bestias. Tú querías luchar, hacerle ver que detrás de tu cuerpo (c/p) también habían ganas de luchar y defender.

Pero eran demasiados.

Vieron una cueva en medio de su camino y sirvió de refugio improvisado.

—¡Por ahí! —Gritó Cloud con la mano levantada hacia aquel sitio y los dos siguieron el paso.

Entraron al lugar, los dos corriendo por la adrenalina de la situación en la que se habían entrometido. No era nada nuevo bajo el sol, o más bien ante la luna y el cielo contaminado que la protegía. Los dos entrenaban arduamente como lo marcaba la orden, tu cuerpo estaba acostumbrado a las largas distancias.

Pero esta vez fue la sorpresa lo que terminó por arruinar tu seguridad en el mismo. Cloud notó que estabas cansado justamente cuando caíste con la espalda suelta ante una de las paredes de aquella cueva y te desplazaste, con las manos sobre el rostro.

Pocas veces volviste a ver a Cloud, no solo en esa misión, sino en general. Tenía mucho tiempo que no hablaban y, a sabiendas de todas las cosas que sabías que iban a pasar, querías hablar con él y decirle de tus preocupaciones cuando se iba.

Su cuerpo formado envuelto en aquel protector militar, su cabello rubio en picos y hecho un desastre, su piel blanca, sus ojos claros, su respirar junto al tuyo en un intento de recobrar la condición.

—No se irán pronto— murmuraste mientras intentabas localizar a aquellas bestias y no lograran pasar.

Tres de ellos estaban moviéndose justo en frente de la cueva mientras el resto de la manada deambulaba detrás de ellos.

—¿Sabes? Definitivamente no se irán si sigues atrayendo su atención —respondió Cloud.

Aunque su voz era tan tranquila y serena como siempre, entendías que estaba molesto por todo lo ocurrido.

Estaba hastiado, molesto, cansado. Un día tan malo como el tuyo por si fuera poco. Por un instante te imaginaste con él, pensando en que podía ser un día normal como cualquier otro, aunque fuera en la ensordada atmósfera de los barrios bajos o tomando algo donde Tifa.

Pero no, nada de eso iba a ser así.

Te volteaste para enfrentarlo. La cueva estaba en penumbra y pronto estaría demasiado oscuro para ver cualquier cosa. La poca luz que entraba hacia el lugar era suficiente para que pudieras examinarlo.

Cloud se apoyó contra la pared, con los brazos cruzados frente a su pecho mientras te miraba fijamente, con esos intensos ojos azules que siempre te habían intimidado cuando lo conociste.

—Miremos el lado positivo —añadiste, con una risa nerviosa mientras él seguía mirándote.

—¿Cuál?

—Pudo haber sido peor, Cloud.

Él suspiró en señal de hartazgo y dirigió su mirada hacia otro lado.