PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

Attack on Titan: Erwin Smith | Un reporte especial

Canción-OST: "Avión de Papel" de Cadáver Exquisito.

Tiempo estándar de lectura: 00:06:34

Palabras: 1491.

*******

La noche había llegado a su punto máximo y aquel hombre, el comandante en función, meditaba con pesadez caminando de un lado a otro frente a sus estanterías. Sus pasos estoicos caían con fuerza sobre el piso de madera en un intento de controlarse y dejar atrás los demonios que lo torturaban. Se podría decir que cargaba con el peso del mundo sobre sus hombros, más aun, por las responsabilidades que había adquirido.

Te comentaron la orden de inmediato y tenías que cumplirla.

—(t/n), el comandante necesita que te reportes de inmediato en su oficina.

Ya no podías ignorarlo por que más quisieras.

Erwin toma asiento en su escritorio cuando su cuerpo pide descanso y abre el cajón superior izquierdo. En el mismo encuentra adentro un libro con tapa dura oscura y letras doradas. Su corazón se siente pesado mientras pasa sus dedos por la parte superior y comienza a hojear las primeras páginas llenas de teorías e información sobre el mundo fuera de las paredes.

Y pensaba en la única persona que en toda su cercanía se dedicaba a filosofar e imaginar lo que pasaba fuera de las paredes, en su mundo, en el mundo de sí mismo como comandante y que le hacía sentir que los días eran menos pesados.

Caminaste con premura dirigiéndote hacia donde se encontraba él. Con la mirada al frente, respirando tranquilo en un intento de bajarte los nervios, y pensando en las respuestas apropiadas para la persona más importante en tu vida. De más estaba decir que aquel hombre alto, rubio, estoico, de cuerpo formado y profundos ojos azules robaba los suspiros de tu tiempo libre. Pero habías tomado una decisión sorprendente dado que se había vuelto peligroso el asunto. Ahora pensabas en él noche y día.

Constantemente te preguntabas cómo se sentiría ser tocado o incluso abrazado por él, a sabiendas de que un hombre como él no se dejaría caer ante sentimentalismos así y menos aún ante un semejante de su sexo. A menudo deseabas poder abrazarlo también y curar las heridas emocionales que el trabajo le daba.

Te sentías culpable y tonto al recordar lo rápido que desarrollaste sentimientos por él después de unirte al cuerpo.

Erwin cerró aquel libro y volvió a dejarlo en su lugar, dejo caer su cabeza en el respaldo de la silla y respiró con tranquilidad. Sentíase pesado, como un peso muerto por lo que estaba pensando, pero aun así llevaba una responsabilidad y tenía que cumplirla cabalmente.

Un suave golpe en la puerta después de un largo rato lo saca de sus pensamientos y su pecho deja salir el aire frío que respiraba en un intento de reincorporarse a su situación.

—Adelante —dice del otro lado.

Y abres la puerta. Y los dos se observan por fin después de mucho tiempo. Pero él no presta del todo caso cuando te paras frente a su escritorio con el saludo militar reglamentario y esperando llamar su atención.

—Comandante.

—Descansa, (t/n).

Lanzas un largo suspiro al escucharlo y vuelves a la normalidad.

—Me dijeron que me necesitaba aquí, comandante. ¿Necesita que haga algo?

Le preguntas nerviosamente una vez que te has instalado en su lugar. Sin decir nada, Erwin se levanta de su escritorio y se acerca para cerrar la puerta dejando el sonido de ese acto detrás de ti. Haces todo lo posible por mantener la voz tranquila y serena, ocultando cualquier indicación que apunte hacia los latidos acelerados de tu corazón.