PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

Hazbin Hotel: Alastor | Una primera fiesta y un juego

Canción-OST: "Damaged Goods" de Gang Of Four.

Tiempo estándar de lectura: 00:12:38

Palabras: 2664.

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—¡La primera fiesta del hotel Hazbin! —Decía aquella muchacha con mucha alegría.

"La primera fiesta del Hotel Hazbin", te decías para tus adentros, recordando las palabras de tu jefa, Charlie, la princesa del infierno y una de las administradoras del mencionado centro de rehabilitación para demonios. "Y también la primera en mi vida".

No va a ser algo muy formal. Es una fiesta. Intuyes que la vestimenta será cercana a lo formal porque no todos pueden llevarla. Zapatos de color café, pantalón de mezclilla del azul más oscuro posible, saco de tejido de lana bien cuidado con ese distintivo color gris con unas discretas borlas doradas, y la camisa formal de botones de color claro. Y solo estás ahí, en el vestíbulo, escuchándola con algo de atención.

—Vaya que sí... Espero sea un éxito.

—¡Será un éxito! ¡Solo escucha la música!

—¡Lo sé! ¡Parecía ser cuestión de tiempo!

Y pensabas que en el otro lado había varios de los "huéspedes" bailando y cantando, con las cantidades controladas de alcohol, viviendo bajo una sana diversión... Si pudiéramos decirlo así de algún modo.

—¡Me sorprende que Angel no esté aquí! Es decir, esto es lo suyo.

—Y que lo digas... También Alastor, ¿No? A él le gusta bailar... Y ni hablar de su voz.

—¿Su voz, (t/n)?

—No sé, Charlie... Se me hace... ¿Linda? ¿Será la palabra correcta?

Los dos se observan y comienzan a reír con tranquilidad y a beneplácito de la breve soledad del vestíbulo. No había otra palabra en tu mente para poder describirlo.

—Apuesto que vendrán en cualquier momento... ¡Y hablando del Rey de Roma!

—Cariño —contesta con la voz calmada y una sonrisa, moviéndose de su asiento del bar aquel demonio arácnido y vestido en elegante ropa de fiesta—, yo lo único de lo que soy rey es de la fiesta.

—Ay, Angel —dicen los dos ante su respuesta.

—Pero no será lo mismo, Charlie... Solo le gustará a (t/n).

—¿Y tú amigo?

—Fue a buscarme unas cosas.

—¡Ah, no! ¡Nada de drogas! —Replicaron ambos con una cara seria.

—¡Basta!

Y aquel muchacho mencionado entra y se acerca al bar para cumplir la petición de Husk, quien seguía como barista y recibiendo las últimas peticiones de alcohol de Angel, de alejarlo de la barra. Los dos entran al salón de la fiesta.

—¿Y no entrarás, (t/n)?

—Ah... No... Creo que aún no. No sé, creo que es muy temprano.

—De acuerdo, pero... Sin presiones. ¿De acuerdo? Iré a buscar a Vaggie para divertirnos un rato. Si necesitas algo, dime.

—Gracias, Charlie.

Y la ves partir de nuevo hacia el salón. Antes de entrar los saludas a mano alzada con tranquilidad y ella sonríe. Con ella, unos minutos después, bajan más huéspedes vestidos de gala para la fiesta. No todo eran límites y recortes en el hotel. Si, se permitía una que otra copa en la sala, pero solo en el bar. Sin embargo, la barra donde Husk mandaba y el vestíbulo que solías mirar se quedaban en soledad.