PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

Star Wars Rebels: Ezra Bridger | Altruista cautivo

[N/A (Nota publicada en Abril 2020): Este fic es un tanto especial. Para empezar, jugué alternativamente. No me gusta Star Wars, se me hace aburrido. Así que necesité trama. Por otro lado, aquí abordamos el tema de los trabajadores humanitarios y los activistas. Así qué... Ya se darán una idea].

Canción-OST: "Un día en el mundo" de Vetusta Morla.

Tiempo estándar de lectura: 00:10:15

Palabras: 2146.

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Para ti, podía tener la conmoción de diversas cosas. Ya fuera una obra de arte o también fuera un acto suicida. Llevabas tus manos a la cabeza, sentiste tu cabello (t/c) y después bajaste ambas manos detrás de tu espalda.

Y todo mundo escuchó como hacías el esfuerzo para mantenerte cuerdo.

Un trozo de metal que habías extraído cumple con ese propósito. La pieza de metal, precisamente una cuchara de metal que habías robado, realizaba un estruendoso y terrible sonido sobre la pared. Era como un trofeo, el recuerdo de tu resistencia, y el modo en que podías torturar a los cabezas huecas de los Stormtroopers y protestar ante la basura que les daban por comida.

Un día más, un día menos. ¿Cuánto duraría? Otro conjunto de líneas que marcan ya la mitad de un año, justamente cuando la trazas en diagonal.

—Ciento setenta y cinco días.

Guardas de nuevo la cuchara en tu escondrijo secreto, pensando que todo resultaba fructífero y que no conseguías avanzar. Pero dentro de ti, aún no habían detenido tu alma ni tus sueños de libertad.

Las contaste. Cada conjunto de líneas, de cinco en cinco, hasta que todas por fin se hicieron presente. Luego perdías el tiempo en contarlas una por una.

¿Por qué luchar por la justicia era un crimen? El Imperio no era más que un sacrilegio en toda la extensión de la palabra, era justo recoger los ideales del Senado. Pero ahora, ni siquiera sabías disparar un arma en la resistencia, y estabas metido aquí.

Un preso político.

Ya no sabías ni por qué estabas aquí, pero aún tenías razones para seguir dentro y para escapar. Para alcanzar la libertad. Sin defensa, sin vida, sin nada. Solo pensabas en que tú habías hecho lo correcto. Gente como tú no ve nada bueno en las guerras, y menos cuando hay heridos. Debemos salvar a todos. No importa si son de la resistencia, si son del imperio, ni si son soldados rasos, ni nada.

Todos están vivos.

Es lo que él te había pedido, si planeabas llevar la misión de los antiguos.

Solo vestías una camisa de tiras improvisada, puesto que las prendas que te dieron estaban hechas un asco. Intentabas lavarlas con cuidado. Ya habías perdido algunas por los hongos que se formaban al intentarlas secar de la humedad en la sombra de la prisión.

Tu camisa blanca traspasa el frío de la pared principal de tu celda, haciéndote sentir aún más miserable. Con las manos sobre los hombros, lloras un poco pensando en los días que te faltan.

Al igual que los sueños de libertad, podrían durar para siempre. Piensas que hasta quizá la pena capital hubiera sido mejor... Aunque, hubieras tenido que decirle adiós, siempre.

Y lloras, hasta que intentas dormir... Con la cara rota por las lágrimas, con tu cuerpo (c/p) descansando y recuperándose de las heridas de tortura, con el temblor de tus pesados sueños... Con el deseo de libertad.

No eras el único encerrado ahí por motivos similares, sin juicio, con tortura, sin buenas condiciones de vida. Y piensas... Y sueñas... Sueñas con él. Sientes pesados los ojos durante minutos, minutos que no puedes contar, solo viviendo con las veces que despiertas.