-Esta es una casa enorme. -Dijo mientras entrábamos por la puerta principal, observó las grandes arañas de cristal sobre nuestras cabezas como si fuera otro universo. -Vives sólo? -Vi como dejaba su bolso sobre la silla y se aferraba un poco más a Isabella, que dormía plácidamente sobre ella.
-Si, vivo solo. -Afirmé. -Quieres llevarla arriba? Se escucha si llora desde aquí. -Lo sabía porque anteriormente oía a mis hijos llorar o llamarme desde mi habitación o las suyas, si yo estaba en la cocina.
La acompañé y espere afuera mientras la arropaba y ponía entre almohadas para que no cayera, aunque la cama era demasiado grande para caer siquiera.
Una vez abajo le ofrecí vino, el cual accedió y serví en ambas copas.
-Cómo estuvo tu día? -Pregunté.
-Bastante mal. -Levanté las cejas al oírla. -Isabella dijo su primera palabra y no estuve para verla. -Levantó los hombros enfadada consigo misma.
Me acerqué a ella y la abracé con una de mis manos, dejando un beso en su cabello. -Tampoco estuve cuando Ben dio su primera palabra. -Le susurré y ella se alejó un poco de mi para verme a la cara. Tenía deseos de besarla otra vez, pero me hice una promesa con que no debía acercarme más. Esto era demasiado para mi.
-Cómo era? -La miré a los ojos, tome un trago de vino sin dejar de abrazarla con una de mis manos.
-Inteligente. Muy guapo. -Sonreí viendo fijamente al sillón a lo lejos nuestro. Él siempre se echaba allí a mirar dibujos animados mientras yo trabajaba. -Tenía mis ojos y el cabello de su madre, se parecía más a mi de todos modos... -La voz se me entrecortó un poco, pero seguí hablando. - ...no le gustaba mucho estar en casa, decía que se aburría y siempre quería ir al parque. Yo... no tenía mucho tiempo para eso.
Tomé otro trago antes de seguir hablando. Lo veía perfectamente sentado en el sofá a lo lejos. Tenía el pelo desarreglado, la camiseta roja que más le gustaba y mirándome con sus ojos enojados por no ir al parque o tal vez, por haberlo asesinado.
Lo sentía tanto, tan profundo en mis venas que quería arrancármelas.Lily acaricio mi mejilla y luego me dio un beso en ella. Yo seguía sin verla, no podía quitar mis ojos de Ben.
-Que pasó con tu esposa?
Sonreí negando con la cabeza y alejándome un poco de ella para servirme un poco más, todavía me sentía bastante cansado y tal vez, con alcohol en sangre de la mañana anterior. El ardor de tragar alcohol constante era mi forma de reprocharme por estar hablando de esto.
-Murió. Hace varios años.
-Lo siento. -Dijo apenada, mirando el suelo.
-No te preocupes, últimamente no nos llevábamos muy bien, pero fue duro. -Sonreí cuando me miró. Le estaba contando demasiado, pero que más daba? En un par de días no estaría aquí. -Tu estuviste casada?
-Oh, no. -Rió apoyándose su cadera en la mesada, al igual que yo, en la contraria. -Nunca estuve casada.
-Y el padre de Isabella? -Curioseé dudando en que me conteste.
-Un idiota. -Comenzó. -Lo conocí en una fiesta de la universidad, me dijo que estudiaba lo mismo que yo en ese momento.
-Que estudiabas?
-Criminología. -Quedé sorprendido, no tenía idea que ese tipo de cosas era su campo. Asentí para que siguiera hablando.
-La cosa es que él no estudiaba en mi universidad, estaba allí por... -Pensó. -...alcohol gratis, supongo. En ese entonces todas mis amigas estaban en una relación con algún universitario que estaba a punto de graduarse. Se acercó a hablarme, me gustó, nos hicimos pareja y al mes vino Isabella. Termine descubriendo que era un alcoholico en rehabilitación. Apenas supo de Isa, salió corriendo.
-No supiste más de él?
-A veces aparece en mi trabajo, pero sólo me observa.
-Sabes que eso es acoso, no? -Me acerqué un tanto enojado de acabar de enterarme de eso y dándome cuenta de por qué su compañera de trabajo me trató así ese día.
-No le doy mucha importancia.
-Deberías. -Acaricié su mejilla. El miedo de que ese tipo le haga algo entró en mi. Cómo iba a dejarla sola si estaba acechándola? -Necesitas salir de ese trabajo.
-No puedo, lo necesito.
-Conseguiré otro para ti.
-No me gusta ese tipo de ayuda. -Entrecerró los ojos como una mirada desafiante. No pude evitar darle un beso en los labios haciendo que se suavizaran. No pude evitarlo.
-Quiero que estes a salvo, amor.
-Me acabas de decir amor? -Se burló de mi seriedad. -Me gusta.
Agarró mi copa de vino en su mano libre, y dejo ambas en la mesada en la que antes estaba apoyada. La miré atentamente mientras agarraba mi camisa y me tiraba hacia ella, rozando sus labios con los míos. Desabrochó la camisa negra que llevaba puesta y mientras la observaba, no lograba decir nada. Me encantaba que hiciera eso y los pantalones ya tiraban demasiado. Era tarde.
Estaba perdido, había perdido la cabeza por Lily y me hacía todo más difícil. Es por la forma en la que me miraba con los ojos celestes, por la forma en que me tocaba, como hablaba, como trataba a su hija y la necesidad de querer ayudarla. Todo eso me había hecho perderme y ahora no quería parar, no quería parar nunca más si era posible.
Aunque el pasado me pese en los hombros como el infierno, tuve un segundo de imaginación en el futuro, ese futuro que hace desde que murieron mis hijos no sentía.Era como una luz iluminándose en una parte de mi, extremadamente pequeña. Una llama de fuego amarillo se prendió en mi estomago. Inevitable.
Luego de desabrocharme el pantalón, acarició mi antrepierna, tuve que apoyar las manos sobre la mesa de la cocina para no caerme. Su tacto era totalmente mágico. Suspiré y apreté los dientes cuando metió la mano en mi ropa interior y deslizó sus dedos arriba y abajo, con ritmo. Unos segundos pasaron cuando ya sentía que iba a acabar. No podía hacerlo, no podía ser tan débil.
Sequé su mano con desesperación, bajando un poco más mis bóxers para dejar mi erección al aire. Fui hasta Lily bajando también sus pantalones y acariciando se feminidad, ella estaba totalmente lista. Jugué un poco con su entrada, provocando que clavara las uñas en la espalda.
-Espera. -Dijo. -Preservativos.
Bajé la cabeza decepcionado de mi mismo, ni siquiera lo estaba pensando. No tenía, porque mis planes de acostarme con alguien eran cien por ciento nulos hasta el día de hoy.
-Lo siento tanto. No tengo.
-No...? -Dejó de hablar por la sorpresa. Era cierto, qué hombre no llevaba preservativos encima constantemente? Solo yo. -Esta bien. No importa. Tomó pastillas.
-Estás segura?
Asintió casi con desesperación. Besé sus labios en victoria mientras levantaba una de sus piernas para tener más acceso. Cuando entré a ella ya estaba en el cielo.
————————
![](https://img.wattpad.com/cover/191396003-288-k631163.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Para morir bien. // Harry Styles
Fanfiction"Planeaba devolverle al mundo todo lo que le quité. Lo que yo mismo me había quitado."