Capitulo 4

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-Es muy hermoso, usted es una verdadera artista. -Halagué a Sara y ella me sonreía recostada en su cama con el cuadro de su marido en sus manos.

-Oh, muchas gracias, querido. Cual era tu nombre? No recuerdo si lo has mencionado... ya estoy vieja.

-Mi nombre es Harry. -Dije con una sonrisa. -Que pintará hoy?

-No lo se, nada de este lugar me gusta.

-Podríamos salir a caminar al parque del hospital, entonces. -Sugerí nuevamente.

-No creo que tenga fuerza, niño.

-Yo la ayudaré y tal vez allí pueda sacar su inspiración. Vamos. -Extendí mi mano y dudó unos segundos para tomarla pero lo hizo.

   Ayudé a que se levantara y le entregue su bastón para que pudiera equilibrar su peso en él. Con una mano llevaba a la mujer y con la otra el suero lleno de tubos que dirigían a su arrugado y débil brazo. Caminábamos muy lentamente, a su paso, por los pasillos. Cada paso que daba era corto pero seguro, haciendo mucha fuerza con el bastón de madera, tanta, que le temblaba la mano.

-Y donde está su marido hoy? -Pregunté al darme cuenta que no se encontraba con ella hoy.

-Fue a ayudar a un amigo con trámites para su jubilación, ya sabes, cosas de ancianos. -Rió.

-Entiendo. Él estaría muy contento de verla yendo al patio.

-Ya se lo contaré cuando vuelva. Pero cuéntame tu... tienes hijos? -Empezó el interrogatorio de abuela que me hizo sonreír pero al darme cuenta de lo que había preguntado sentí una horrible punzada en mi pecho.

-No, no tengo. Usted si?

-Si, si que tengo. Tengo tres bellas niñas pero lastima todas están casadas porque sino les presentaría el galán que tengo a mi lado. -Solo negué la cabeza riendo, esta mujer me ponía nervioso. -Y no tienes novia?

-No, tampoco tengo. -Apenas dije esto abrió la boca, sorprendida.

-Cómo que no? -Habíamos llegado al parque donde había muchos árboles con flores de colores y otros pacientes, la mayoría niños, se encontraban allí. La ayude a sentarse mientras seguía preguntando por qué no tenía una novia.

-Supongo que no tengo tiempo. -Me senté junto a ella.

-Ya te llegará el amor, hijo. -Puso una mano en mi rodilla, sonriéndome.

-Podría pintar esos lindos árboles. -Cambié de tema.

-Podría... pero cuéntame, no has tenido ninguna? -Insistió.

-He tenido dos cuando era más joven. -Recordé a esas lindas mujeres que en algún momento de mi vida me acompañaron.

-Más joven? Pero cuantos años tienes?

-Treinta. -La miré y ella me veía con sus ojos café muy atenta.

-Creí que tenías menos.

-Me está diciendo viejo? -Bromeé con una sonrisa.

-Tal vez. -Dijo sería y luego río conmigo.

    Era una mujer muy simpática, tenía muchas ganas de vivir y yo iba a dárselas lo antes posible. Estuvimos un buen rato hablando sobre sus hijas, me contaba que la menor se había casado hace tan solo un año y ya estaba esperando un niño. Tenía seis nietos de entre catorce y un años, hablaba orgullosa de su familia y el miedo que tenía a perderla por su horrible enfermedad. Necesitas un transplante de corazón urgente y como ella era una anciana no la tenían mucho en cuenta a la hora de donaciones.

-Debo irme, lamentablemente. Así que deberíamos volver a su habitación así usted puede pintar este hermoso jardín. -Ayudé a que se parara y nos encaminamos nuevamente a su habitación.

-Volverás a visitarme? -Preguntó una vez que llegamos.

-Por supuesto que si. -Afirmémoslo mientras la avistaba, dejando su suero y bastón a un costado.

-Gracias por esto, Harry. Ningún médico me trató nunca con tanta amabilidad, llegarás lejos. -Me sonreía mientras decía esas palabras, y solo pude devolverle la sonrisa, asentir en modo de agradecimiento e irme.

   No lo soporté y en el auto lloré. Lo que me había dicho la mujer dolía dentro de mi, provocaba un nudo en mi garganta horrible. Puse mi frente en el volante para seguir llorando un buen rato más, entre recuerdos y sollozos. Recuerdo de esas grandes luces blancas acercándose a mí rápidamente y juré que hice lo posible para no alcanzarlas pero las alcancé, no había vuelta atrás. Me merecía, tenía y necesitaba hacer todo esto.

   Mientras secaba mis lagrimas dentro de mi auto, en el estacionamiento del hospital, pude ver a un niño sin pelo que caminaba despacio con su padre, creía yo. Aunque le costaba mucho avanzar por su débil y foco cuerpo, el hombre a su lado le decía cosas que lo hacían sonreír y seguir adelante.
   Bajé del auto sin importar mi apariencia y divisé una enfermera mayor fumando en la puerta del hospital, por su edad supuse que tenía conocimiento del lugar, así que me acerqué a ella.

-Disculpa, cómo se llama el niño? Lo sabes? -Pregunté casual, como si fuera que quería saberlo por trabajo, estaba con mi vestimenta de médico todavía.

-Su nombre Morgan, por qué preguntas? -Contestó con el ceño fruncido.

-No lo había visto por aquí nunca.

-Eres nuevo?

-Si. -Confirmé mientras seguía mirando al pequeño acercarse a la puerta.

-En que área? -Esa pregunta me hizo mirarla de repente, realmente no sabía que contestar ya que no estaba en ningún área.

-En realidad... soy aprendiz. -Balbuceé. -Y animo a la gente a sentirse mejor, es decir, los entretengo.

-Ya veo... -Dijo desinteresada mientras apagaba su cigarrillo con el pie. -Habitación 807, leucemia avanzada. Necesita un transplante de médula urgente. Pásate por su habitación, no tiene muchos amigos y hace años está aquí. Tal vez no le quede mucho, intenta no encariñarte. -Sin decir más nada, entró al hospital dejándome con esa valiosa información que me serviría más tarde. Me sorprendió que dijera esas palabras tan seca, pero siendo doctora sabía muy bien que los pacientes morían a diario y estaba acostumbrada.

   Volví a subir al auto, cambiando nuevamente mi disfraz de médico por mi traje anterior para más comodidad. Esa vestimenta verde agua me hacía picar todo el cuerpo por alguna razón.

   Bajé en un supermercado desconocido para mi pero al ver que era grande, con muchas secciones y posibilidades de compra, entré en busca de lo que necesitaba.

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Volví! Perdón la tardanza jajaja me extrañaron?

Espero les guste el capítulo, de que esta todo bastante confuso pero es la idea, ya verán 🖤 Leo siempre todos sus comentarios, GRACIAS, lxs adoro 🖤

Para morir bien. // Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora