El timbre agudo sonó apenas apreté el botón. No sabía si iban a estar en casa, eran las dos de la tarde. Ella trabajaba a la mañana por lo que decidí esperar hasta que pasara el mediodía para ir.
Lily abrió la puerta con Isabella en sus brazos, se asombró al verme pues no había dicho que iba a volver a verlas.-Buen día. No sabía que vendría. -Saludó mientras se balanceaba hacia los costados para hamacar a la niña que llevaba una coleta con su poco cabello.
-Solo vine a traerle una cosa.
-Oh... Papeles? Desea pasar? -Se movió del marco de la puerta para abrirme paso, pero negué con la cabeza a lo que su confusión aumentó.
-Es un regalo, deme un minuto.
Volví hasta mi auto negro y lujoso estacionado en la calle, abriendo el baúl y sacando la caja envuelta en papel de regalo color salmón. Ella veía cada uno de mis movimientos sin entender que pasaba. Caminé nuevamente hasta ella con la gran caja en manos.
-Que es...?
-Es una tontería, solo creí qué tal vez necesitaba una. -Confesé levantando mis hombros.
-Pase. -Me invitó y cerró la puerta tras de mi.
-Debería abrirlo. -Dije dejando la caja en la mesa.
-Podrías...? -Hizo un movimiento haciéndome entender si podría sostener a la niña, lo cual la tomé con gusto. Era más pesada pero menos gorda de lo que precia, la cantidad de ropa que su madre le colocaba engañaba a la vista. También, noté que era más bonita de lo que recordaba. Al verla de cerca me di cuenta que sus ojos eran muy claros y grandes, tenía los cachetes gordos, tanto, que su boca parecía que estaba en pico constantemente. Era una total ternura.
Lily se dedicó a romper el papel de regalo sin quitar su gesto de desconcierto total, cuando vió la imagen en la caja sonrió abiertamente, viéndome a mi.
-No tenias por qué. -Tenía los ojos iluminados mientras me miraba sosteniendo su perfecta sonrisa.
-Quería hacerlo. Quieres que la arme?
-No quiero molestarte...
-No lo haces. Tengo tiempo.
Ella solo asintió tomando a la bebé en sus brazos para que yo pudiera poner manos a la obra. Lily estaba un poco nerviosa con mi presencia, no descifraba si de buena manera o mala. Pero lo ignoré y comencé a armar la silla de bebé que les había obsequiado. La última vez que estuve aquí vi que la antigua estaba muy rota y probablemente no tenía dinero para comprar una nueva, esas cosas se han vuelto muy caras con el tiempo.
-Su hija es muy bonita. -Le mencioné mientras quitaba mi saco para más comodidad. -Es muy parecida a usted.
-Si... por suerte. -Rió sarcástica.
-Su padre es feo? -Me burlé y se tensó al oír mis palabras, no sabía que había hecho mal.
-No hace falta que me trates tan formalmente. -Cambió de tema.
-Esta bien, Lily. -Una vez lista la silla, la acomodé para que ya pueda sentar a la niña allí. La verdad fue una cosa muy fácil, era solo encastrar las patas en la silla para que pudiera quedar parada. -Creo que está lista.
Sin decir nada, caminó hasta ella para luego sentar a Isabella ahí. -Perfecta. -Me sonrío.
-Excelente. Entonces... debo irme. -Informé agarrando mis pertenencias.
-Oh, está bien. -Me acompañó hasta la puerta para abrirla y darme paso. -Muchas gracias, en serio. No se por qué hace todo esto por mi, señor Styles, pero lo aprecio mucho. -Sus ojos sinceros me miraban de una forma que podrían desquiciar a cualquiera, eran hermosos.
-Dime, Harry. -Recordé. - Y es un placer, solo me pareció que estaría bien.
-Lo siento, no me acostumbro. -Dijo refiriéndose a mi nombre. -Nos veremos pronto?
-Nos veremos pronto. -Confirmé. -Hasta luego. -Incliné un poco la cabeza en forma de saludo y caminé hasta mi carro, subiendo en él y arrancándolo.
Unas pocas calles después, necesité con urgencia aparcarme. No lo aguantaba más, necesitaba llorar un rato y no podía hacerlo manejando, la vista se me nublaba. Apenas el auto se detuvo las lágrimas cayeron.
Me dolía cada parte de mi cuerpo, me dolía el corazón, el alma. Ya no podía más.
Tener a esa bebé en brazos me rompió el corazón haciéndome recordar las luces blancas en mis ojos y gritos desesperados detrás de mí, reproducía cada segundo en mi cabeza.
Luego de largos minutos, respiré hondo pensando en lo que tenía que hacer hoy. Elimine las lágrimas violentamente con mis dedos. Dolería como el infierno, pero era lo que tenía que hacer.Con mi vestuario de médico ya puesto y sin lágrimas en mis ojos, caminé hasta el enorme hospital al que solía venir bastante seguido estos días. Cuando paré en frente de recepción, el muchacho sentado allí me miró.
-Morgan, de la habitación 807, necesito ver su informe. Tengo un posible donador y quiero confirmar su estado. -Sabía muy bien que el chico era nuevo en la recepción, había averiguado esto junto a la información de Lily, y por eso fui directo a pedírselo ya que ni siquiera sabría que debía pedirme los datos antes de entregar un informe sobre un paciente, era algo obvio en realidad, pero al verme vestido de esta manera y ser un novato en su trabajo, me la dio sin problema.
-Bien, tenemos un donador. -Confirmé mientras veía todos los datos.
-Oh... -Se sorprendió. -Bien, le haré una cita para mañana mismo al donante, el niño espera la médula hace bastante. Podría decirme el nombre del donante? -Preguntó mientras veía la pantalla de la computadora frente a sus ojos, haciendo una cita.
-Harry Styles.
———
Volvi! Capítulo nuevo 😊
Espero les guste y el sábado seguro subo otro! gracias por esperarme, estuve en una época de poca inspiraciónDen estrellita y comenten para saber que lea guste.
Feliz 2021!
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Para morir bien. // Harry Styles
Fiksi Penggemar"Planeaba devolverle al mundo todo lo que le quité. Lo que yo mismo me había quitado."