-Sara, sara. -Dije con una sonrisa sentándome al lado de su cama, en un sillón negro. -Era necesario en este horario? -Bromeé con una sonrisa.
-Ya sabes, me gusta llamar la atención. -Vi sus ojos arrugarse más de lo natural al mover sus facciones para sonreírme. Estiró la mano y yo la tomé. -Tienes los ojos tristes, que sucede?
-Estoy un poco cansado. Mejor dime tu cómo te sientes.
-Oh, ya sabes, estoy muriendo. Así que me siento bastante bien. -Intenté encontrarle el chiste pero no pude.
Se me acababa el tiempo.
-Ya vendrá un corazón para ti.
-Lo se, siempre lo dicen los médicos. Pero el cuento de que estoy primera en la lista de espera es una mentira, no es así? Tu eres médico, debes saber esos cuentos muy bien.
Un par de horas más tarde animando a Sara y su familia, inventando un falso intento de explicación del estado de una persona como ella, fui a casa. A la casa que tanto odiaba.
Me embriagué, vomité, y seguí tomando durante toda la noche. La piel de Lily seguía entre mis dedos, todavía podía sentirla en mi carne. Ese pensamiento fue reemplazado cuando mis pequeños hijos me susurraban al oído, lastimándome aún más.
Las luces de la casa eran demasiado brillantes para mis ojos, oscuridad era lo que necesitaba. La cama era innecesariamente enorme, sin compañía era el mismo infierno.
La mañana siguiente, con un dolor de cabeza y pecho que no podía soportar, me di una ducha y le pregunté a mi abogada si estaba disponible. Era una emergencia.
A las diez exactamente, ya me encontraba sentado en su despacho, con ella leyendo mi testamento.-Yo, Harry Styles, con domicilio en Fullerton 506, por este medio, hago, publico y declaro que este documento es mi última voluntad y estoy en plenas facultades, con edad legal, no actúa bajo presión e influencia indebida, y comprendo por la naturaleza y el alcance de todos mis bienes y de esta disposición de los mismos. -Leyó el primer párrafo, haciendo que se me erice la piel. -Pasamos a la primera cláusula; Nombramiento de albaceas. Son las personas que tendrán tus bienes en general, puedes otorgar una parte a cada persona que quieras o separar patrimonio general y bienes para personas distintas. -Movió las manos explicando. -Entonces... Por la presente, doy y concedo al albacea...
-Lily Morris.
-Con domicilio en? -Escribió sobre el documento.
-Peckham 1067.
La mujer de rulos me observo por arriba de sus lentes y suspiro, escribiendo. Sabiendo que ese domicilio no era un gran lugar.
-... todos mis bienes, propiedades y patrimonio. -Termino de leer. -Sin, reemplazo, ni dividirlo con nadie.
-Así es. -Confirmé.
-Cláusula dos. -Dio vuelta el papel. -Deudas y Gastos. Ordeno que todas y cada una de mis deudas, incluyendo gastos funerarios, conmemorativos, entierros, gastos de administración del patrimonio, multas e impuestos similares se pagará de mi patrimonio, sin derecho de reembolso de cualquier beneficio. -Asentí.
-Cláusula tres; Solicitudes Especiales. -Dejó el bolígrafo a un lado. -Esto tendrá que decirme usted.
-Quiero dejar ciertos órganos a personas en específico.
-Bien... -La mujer movió los ojos a otro lado un poco perturbada por mi disposición. -Entonces yo iré redactando y usted dígame si es correcto. -Respiró hondo y volvió a escribir. -Ordeno que en mi muerte... -Dudó unos segundos. -Dime que órganos y las personas.
-Corazón, Sara Johnson. No tengo su domicilio pero puedo darte el documento.
La mujer asintió y saqué mi teléfono donde había investigando un poco sobre la mujer, dictándole el número.
-Solo eso, el resto puede ser donado a quien necesite.
-Pasamos a la cláusula cuatro que cuenta con su firma y los testimonios que cuenta con mi firma. Antes, haré dos impresiones de esto. El original y una copia para usted, otra para el estudio jurídico. Debemos firmar las tres copias.
Salió de la oficina y me tome un segundo para respirar, aunque esto era lo que más quería era bastante fuerte pensarme a mi en ese estado, muerto. Era lo que más quería. Necesitaba encontrarme nuevamente con mis niños y pedirles perdón por lo que les había hecho.
La mujer volvió al cabo de unos minutos e hizo cruces en los lugares donde tenía que firmar. Así lo hice, con mis manos un poco temblorosas.
-Es muy joven. -Comentó la mujer una vez que termine, y pase los papeles para que ella firmara como testigo.
-Uno nunca sabe lo que puede pasar.
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Para morir bien. // Harry Styles
Hayran Kurgu"Planeaba devolverle al mundo todo lo que le quité. Lo que yo mismo me había quitado."