Camila 27 Lauren 38
Narrador Omnisciente POV.
La morena se arrastró como pudo hasta su viejo departamento. Estaba hasta el cuello de deudas, sin trabajo, sin comida y cada día su adicción a las drogas la hundía mucho más a la oscuridad donde ella misma se metió. Luchó contra su embriaguez para poder meter la pequeña llave en la vieja y oxidada cerradura, sin obtener logro alguno, pateó la puerta tres veces hecha una furia y cayó al suelo como la pobre cucaracha que era.
Su aliento apestaba, olvidó la última vez que se bañó y cepillo, sus prendas olían a mierda y su vida se había terminado mucho antes de haber comenzado. Por problemas de alcohol no había podido ejercer su carrera universitaria, nadie podía contratar a una mujer que vivía para el alcohol y las drogas. Casi robando para poder sobrevivir había caído en prisión más veces de las que podría contar, pero eso no la detenía, ella quería seguir hundiéndose en la miseria hasta que simplemente ya no diera para más.
Acomodándose mejor en el frío y mojado suelo decidió cerrar los ojos y soñar, soñar que lo tenía todo y no había perdido nada. Navegar en dinero como alguna vez lo había jurado, tener una hermosa mujer y quizás un pequeño hijo... ella todavía quería tenerlo, pero no sabía cómo lograr obtener aquello.
Cuando finalmente se había dejado envolver por el sueño, alguien pateó su pierna casi con cariño.
Abrió sus ojos.
___ ¿Así que ésto fue lo que quedó de ti, eh? La gran Camila Cabello, la mejor del salón, graduada con honores y un futuro prometedor... está comiendo mierda ahora.
Camila limpió lo mejor que pudo su rostro.
___ ¿Normani?
___ La misma, cariño.
Normani sonrió y Camila creyó haber visto un ángel frente a ella, se levantó rápidamente y sacudió sus ropajes de vagabundo. Estiró su sucia mano para saludarla, pero al ver lo antigénicas que se veían dudó que su vieja compañera la tomaría... por eso decidió bajarla, pero ella si la tomó.
___ Ni que tuvieses una enfermedad mortal, Mila, solo es suciedad. Se quita con jabón ___ sonrió amablemente. Camila suspiró aliviada y feliz, ambas hablaron de cómo les había ido en la vida, Camila le contó sobre sus adicciones y como lo había perdido todo.
Normani le contó cómo todo le estaba saliendo bien desde que se graduó. Tenía un empleo perfecto, ganaba más de lo que podría contar con sus dedos y poseía un hermoso apartamento a las afueras de la ciudad. Ella lo tenía todo, pero a la vez nada.
___ ¿Quisieras ir y darte un baño quizás? Podría tener algo que te agrade ___ insinuó sonriente. Camila asintió embelesada por su magnético personaje, era espontánea, divertida, extrovertida y completamente perfecta.
___ ¡Si claro!
Pero Camila no sabía en donde estaba apunto de meterse.
Casi una hora más tarde, la morena bajó del increíble deportivo negro en el que le daba vergüenza estar montada. Siguió en silencio a su vieja compañera de escuela y ésta sacó una llave, abrió la puerta, aseguró su auto a la distancia y entró, invitándola a pasar.
___ Wow, tu casa es...
___ Genial lo sé, ¿no traes dinero, verdad? ___ preguntó con una radiante sonrisa. Camila la observó con pena, para luego bajar la mirada.
___ No, lo siento...
___ Lástima. ¿Sabes? Estoy vendiendo un nuevo producto... uno... en exceso alucinante, solo un puñado de personas la ha comprado y está demás decir que han quedado prendados a mi nueva adquisición.
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One Shots - Camren
RandomContendrá de todo un poco, así que los sensibles por favor abstenerse de leer. Y por cierto, todo este contenido es absolutamente solo para adultos.