One Shots - Camren

69

Segunda parte del capítulo 67

Camila 16  Lauren 30

Narrador Omnisciente POV.

Alexandra caminaba de un lado a otro tomando sus cosas. Buscó su bolso, los tacones y su billetera perdida para poder salir antes de la hora, tenía una reunión muy importante con algunos clientes y desde la mañana sentía que ese día sería pesado.

Sobre todo cuando sus dos mejores amigos de la universidad estaban ahí, jodiendole la paciencia.

___ ¡Manu! ¡Ella no consigue su billetera¡ ___ gritó Lauren mientras se ría y la perseguía con la mirada. Una tasa humeante de café negro se paseaba entre sus manos, reía cada que su mejor amiga se golpeaba con los muebles y evitaba a toda costa que la misma viese la billetera con la cual sus sobrinas jugaban.

___ ¡Ay no, por Dios! ¿Ahora que haremos? ¡Alexandra no consigue su billetera! ___ gritó llegando hasta la cocina, tomó su desayuno y se dirigió donde estaba su jefa/amiga ___ Alguien no podrá pagar un almuerzo hoy.

___ ¡Dejen sus estupideces! ¡Maldición! ___ buscó nuevamente en su habitación, Lauren y Malcom reían mirando hacia donde se hallaban las niñas... jugando con la billetera de su madre ___ ¡Niñas! Ustedes han visto mi... Jesús ___ golpeó su rostro con frustración, oyendo a lo lejos las carcajadas de sus dos mejores amigos.

___ Estaba apunto de colapsar.

___ Todavía está apunto de... ___ señaló y la ojiverde pudo observar como Alexandra venía hacia ellos hecha una furia.

___ Ustedes dos son unos miserables, cuando vuelva no los quiero aquí ¿bien? Camila vendrá dentro de una hora y a ella le incomoda tener personas demás en la casa ___ se giró terminando de arreglarse, cogió su teléfono y le escribió a sus clientes ___ Se largan, los llamaré para reunirnos más tarde.

Alexandra se fue, Lauren miró fijamente a su mejor amigo y éste levantó sus hombros sin decir palabra alguna, volviendo a su desayuno, y revisando su celular.

___ En lo que acabe de comer me visto y nos vamos ___ mencionó sin prestarle real atención.

Lauren sonrió de medio lado.

___ Eso no va a ser posible. Te irás tú, por supuesto, pero yo no.

Malcom dejó a un lado su celular.

___ ¿Disculpa, qué?

___ Te vas a ir, y yo no, ¿acaso no me expliqué bien? ___ preguntó volviendo a su café.

___ Pero Alexa dijo que...

___ No me importa lo que ella dijo, ¿bien? Cambiate y vete, te llamo en la tarde.

Malcom lo aceptó sin preguntar nada más. Media hora más tarde ya estaba listo y dirigiéndose a la puerta de entrada, se despidió de la ojiverde y se fue de allí con una pregunta rondando sin piedad en su mente.

¿Qué haría ella ahí?

Ni siquiera quería imaginárselo.

Mientras tanto, a unos metros de allí estaba Camila, emocionada por su gran avance en tan poco tiempo. Había estado sacando cuentas del tiempo que duraría trabajando para Alex, y sonrió al recordar que en menos de un año tendría el dinero necesario para irse lejos de ese asqueroso pueblo.

Caminó hasta llegar a la mansión y río cuando escuchó los típicos gritos de las niñas. Luego de saludar al guardia de la entrada subió hasta la casa, abrió la puerta y saludó a las pequeñas que ya sabiendo su hora de llegada, estaban paradas cerca de la puerta de entrada.