One Shots - Camren

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Segunda parte del capítulo 74

Camila 26  Lauren 38

Camila POV.

En menos de una hora había acabado con el último libro, y comenzado dos más totalmente diferentes, ya que se quería obtener un contrato debía tener al menos dos obras en proceso y las mismas ser aceptadas por mi editora. Lauren Jauregui era dueña de todo un legado de escritores famosos al rededor del mundo, su empresa era altamente solicitada por muchos genios en la escritura, sus millones para muchos era oro el cual cazar ¿y por qué? Se preguntarán, muy fácil, soltera y casi sin sentimientos. Fueron muchos los hombres que intentaron poseer su cuerpo y fortuna, y aún más fueron los rechazados cruelmente por la misma, dándole el apodo perfecto que tenía.

La mujer de vuelo, que todo y nada a la vez tenía. Con una copia digital y las tres obras escritas, me levanté del escritorio; para luego dirigirme a una velocidad que todavía no puedo explicar a su oficina. Las puertas de la gran empresa me esperaban al otro lado de la calle dónde me hallaba, cruce con el traje que previamente había robado con facilidad y entré como alma que llevaba el diablo observando todo a mi alrededor.

Personas con sus celulares corriendo de aquí para allá, otras hablando por el mismo, unas cuantas verificando seguramente sus escritos y distintos empleados acompañándolos, a nada de cumplir su sueño de ser los mejores escritores que alguna vez esa empresa haya pisado. Mi amigo Arthur me esperaba ansioso cerca de un ascensor, y al verme llegar todos sus nervios fueron opacados por felicidad. Se acercó a mí como si estuviese forrada en oro y apretó mi mano totalmente encantado.

___ Jamás creí que saldrías del agujero donde te encontrabas, para convertirte en una mina de dinero fácil amiga mía ___ nunca en su vida me había tratado tan bien como ahora, debo aclarar ___ Nos harás muy ricos si ella queda satisfecha con tus obras.

Subimos al ascensor donde minutos antes se encontraba, y apretó el botón que daba acceso al último piso de aquél imponente edificio. Estaba ansiosa, finalmente conocería a Lauren Jauregui; por un momento tuve un poco de miedo, al final podría no gustarle mis escritos, pero al segundo de pensarlo fue había sido desechado. Las puertas se abrieron, un hermosa pasillo casi repleto de cristal nos dio la bienvenida. Frente a nosotros, a unos pocos metros de distancia, dos puertas de caoba nos esperaban. Arthur avanzó primero y tocó, una voz dentro nos obligó a pasar y tuve el suficiente valor para abrir ambas puertas.

___ Vaya, sinceramente pensé que no vendrían... tanto talento sin ser descubierto parecía demasiado perfecto para ser real ___ aquella mujer ni siquiera nos había visto a los ojos, estaba tecleando con una velocidad impresionante mientras hablaba ___ Tomen asiento, por favor.

Ambos nos sentamos, el sofá era cómodo, de cuero y totalmente negro... era como ella.

___ Déjame ver de cerca tus libros ___ me miró fijamente, dejando de lado su computadora, extendiendo su mano hasta mi ___ ¿Por qué son tres, como lo pedí, no es así? ___ preguntó sin preguntar en realidad, era más una orden que una simple pregunta.

___ Así es, no creyó que me presentaría aquí sin el pedido exigido, ¿o si? ___ no existía el miedo en interior, mis sentidos estaban totalmente activos, podía ver sin mirar realmente.

Mi confianza aumentaba, el carisma siempre me acompañaba y todo era increíblemente más fácil de preveer con esa extraña droga corriendo ávidamente por mi interior.

___ Me agradas, tienes mucha personalidad ___ eso ya lo sabía, podía verlo en ella. Buscaba alguien que finalmente la retara como Dios manda.

Le sonreí, de manera arrogante pero sin parecer exagerada y le entregué el maletín con mis escritos. Ella lo tomó con absoluta delicadeza y lo miró, con mucha cautela. Hoja tras hoja parecía sorprenderla, sus gestos cambiaban a medida que leía más de la impactante historia que contaba. Arthur parecía feliz mientras la observaba leer con ánimo, él creía que obtendría al menos la mitad de todas mis futuras ganancias, sonreí, pobre iluso.