𝐄𝐒𝐏𝐄𝐂𝐈𝐀𝐋

335 52 64
                                    


«28 DE ABRIL DEL 2019»

La noche había caído para cuando la familia Velasco se reunió en el comedor para cenar, como siempre la televisión estaba en el canal de deportes donde estaban pasando la repetición de un partido que Carlos ya había visto pero del cual volvería a disfrutar. Por otro lado, los hermanos mantenían una agradable charla sobre la nueva escuela.

—Al final sí fue una buena idea cambiarme de colegio con vos —admitió Marina después de tomar un largo trago a su jugo de manzana—. Ahora tengo más amigos que antes y como que me estoy volviendo un poco popular.

—Viste, yo te dije —se regodeó Ciro—. Dentro de poco vas a empezar a buscar en wikihow: ¿Cómo lidiar con la fama?

—No me toquen, soy famosa —dijo ella en modo diva para luego reír junto a su hermano—. Igual vos también estás haciendo amigos, veo que te juntas mucho con Ramiro, están todo el tiempo de acá para allá.

—Tampoco tan así —se rió nervioso Ciro. ¿Por qué te pones así, tarado? Solo te lo nombró. Igual es re buena onda el pibe, ni me conoce y ya anda de consejero para que no me vaya por mal camino.

—¿En serio? —levantó sus cejas ante la sorpresa, enseguida sonrió enternecida—. Me re alegro. Espero que logre lo que yo no pude en todos estos años siendo tu hermana.

—Bue, tampoco soy una oveja descarrilada, Marina —se hizo el ofendido.

—¿Estás seguro?

—Segurísimo —asintió Ciro—. Bueno, como te decía. Que parece re buen chico. Le gusta leer, creo que por eso es tan inteligente.

—¿Ves? Buena influencia —se jactó ella.

Continuaron la cena hablando de mil boludeces más, de vez en cuando se hacían algún que otro chiste, hasta terminaron planeando una salida a algún boliche este fin de semana.

—Le podríamos decir a Rama si quiere ir, ¿no? —mencionó Ciro después de un rato. Casi no lo decía porque no quería ser pesado con el tema, como era el único amigo que tenía siempre estaba hablando de él, pero bueno, ya está, lo dijo.

—Obvio, mientras más mejor —aceptó Marina entusiasmada, lo que hizo relajarse al ojiverde.

—Che, Ciro —le llamó la atención su padre—. No serás puto vos, ¿no?

Podía jurar que sintió algo helado traspasarle el cuerpo. Temor. Ciro sintió su boca resecarse en cuestión de un segundo, su mente se quedó en blanco por un momento, no se esperaba esa pregunta. Con lo mucho que se esforzaba en ser lo que su padre quería, no podía estar pensando eso de él.

—No, ni ahí —negó Ciro utilizando la mejor mueca de asco, miró de reojo a su hermana quien veía su papá con el ceño fruncido. Supo que debía decir algo más cuando el hombre lo escudriñó con la vista—. Además, estoy de novio con Ambar. ¿Por qué decis eso?

Y,...con lo mucho que te juntas con ese tal Ramiro y hablas tanto de él..—ese tono disgustado que utilizó Carlos lo hizo sentirse atacado—. Me imagino que tendrás otros amigos.

—Más vale que sí, tengo otros tres y con ellos me llevo mejor pero hablo de Ramiro porque es el único que a Marina le cae bien —mintió Ciro rápidamente tratando de mantenerse sereno.

—¿Y el pibe no es puto tampoco? —volvió a preguntar desconfiado Carlos—. Me parece raro que ande atrás tuyo sin esperar algo de vos.

—Ay, papá, basta —se quejó Marina—. Te quedaste en el siglo pasado, no seas homofóbico.

INMARCESIBLE || (Desastres #2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora